La producción nacional de textil y de vestuario en Chile ha bajado fuertemente durante las últimas décadas. Esto causó la salida del mercado de gran parte de las empresas formales del rubro, mientras que la actividad de pequeños talleres a domicilio sigue vigente. En la actualidad, las trabajadoras textiles en domicilio, aquellas que tradicionalmente arreglan bastas, ajustan chaquetas o cambian cierres, siguen incursionando fuertemente en la cadena de suministro de la industria textil y del vestuario como forma de aumentar sus ingresos.