En los últimos 76 meses la ocupación ha aumentado en 1.131.125 personas, de las cuales solo el 28% corresponde a asalariados contratados directamente, un 36% a trabajadores por cuenta propia y un 35% de asalariados externos (subcontratados, por suministro de trabajadores y enganche). Al agregar la variación del familiar no remunerado (0,7%), se puede plantear que el 71,7% de la variación del empleo de los últimos 76 meses corresponde a empleos con alta probabilidad de ser precarios y desprotegidos.
Para el trimestre mayo-julio 2016 el 53,5% de los ocupados están protegidos por el Código del Trabajo, y un 5,8% por el Estatuto Administrativo del Sector Público. Es decir, el 40% de los ocupados no está asociado a ninguna legislación laboral (privada o pública), y por lo tanto, sin posibilidades de protegerse legalmente, así como tampoco de ejercer los derechos colectivos del trabajo, tales como sindicalizarse negociar colectivamente o realizar una huelga.
El subempleo ha llegado a 722 mil personas bajo esta condición, siendo la cifra más alta de los últimos dos años. En términos absolutos es más alto para el caso de las mujeres con 392 mil mujeres que los 330 mil hombres subempleados. Sin embargo, en términos relativos es más alto en el caso de los hombres pues existe menor cantidad trabajando bajo la jornada parcial (588 mil) que las mujeres (814 mil). Con lo cual, el subempleo, como proporción de las personas que trabajan jornada parcial es de un 51,5 % para ambos sexos y desagregado en un 56,1% para los hombres y un 48,1% para las mujeres.