Publicada en Radio Universidad de Chile el 7 de diciembre 2022
En particular, especialistas apuntaron reparos a la tasa de política monetaria que ha impulsado el ente emisor, el cual ha afectado principalmente a las familias de los sectores más vulnerables.
Por Natalia Palma
Superando las expectativas del mercado, el Instituto Nacional de Estadísticas reportó que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de noviembre aumentó un 1,0% respecto del mes anterior, acumulando un alza de 12,5% al undécimo mes del año, y un incremento de 13,3% a doce meses.
Según el INE, diez de las doce divisiones que conforman la canasta del IPC aportaron incidencias positivas en la variación mensual del índice. Entre ellas destacaron alimentos y bebidas no alcohólicas, con un 1,7% y transporte, con un 1,3%.
En el detalle, en el ítem de alimentos y bebidas no alcohólicas hubo aumentos mensuales en diez de sus once clases, destacando especialmente el pan y cereales, con un 1,8% y las frutas, con un 7,2%.
Mientras de los 76 productos que componen la división, 65 presentaron alzas en sus precios, siendo el más relevante el de las cecinas, con un 5,2%, seguido del plátano, con un 21,1%.
Por su parte, en el transporte aumentaron los precios del servicio de transporte aéreo, con un 9,7% y la gasolina, con un 2,6%.
Sobre este escenario, la economista y académica de la Universidad de Santiago, Marcela Vera, explicó que “tanto el precio de los alimentos como el precio en transportes ha marcado durante toda el alza inflacionaria una tendencia muy importante a crecer por sobre el promedio normal de crecimiento de tanto del sector de alimentos como el de transportes. En este sentido, podemos observar alzas acumuladas del 23%, del 12% e incluso del 30% en algunos momentos”.
En esa línea, planteó que “hubiese sido muy importante haber corregido oportunamente el alza en el precio de estos dos factores, de manera de contener a su vez el proceso inflacionario porque, en el fondo, han sido aquellos componentes los que más han incentifado que la inflación siga creciendo sustantivamente a lo largo del tiempo”, expresó.
En cuanto a las medidas que impulsado el Banco Central en esa línea, sostuvo que “es importante que se logre hacer una comprensión cabal de por qué se está produciendo esta inflación y lamentablemente buena parte de los analista hace dos años cuando inicia este proceso inflacionario plantearon que únicamente tenía que ver con un componente interno y que, además, estaba relacionada con la demanda que realizaban los chilenos respecto de los productos. Sin embargo, era muy importante mirar en ese momento que había factores externos que estaban generando este proceso inflacionario, pero que también había fuertes restricciones en la oferta. Cada vez que hay una reducción en la oferta significa que hay menos productos en el mercado, por tanto las empresas suben los precios”.
“Este efecto de aumento en la inflación no ha sido solo por la demanda, sino que también por la oferta y frente a esto, en mi opinión, siempre ha sido que la política del Banco Central en esta oportunidad respecto de intentar controlar la inflación por la vía del aumento sostenido en la tasa de política monetaria no iba a ser efectiva, como ya pudimos observar durante todos estos meses en que marcó un alza sostenida y que ahora, pese a que está subiendo en un 1%, igualmente el Banco Central tiene que regular esa política monetaria contractiva y generar un proceso en donde estabiliza la tasa y no la sigue subiendo”, detalló la académica.
El economista de la Fundación Sol, Gonzalo Durán, también dirigió sus críticas a la entidad emisora, señalando que el panorama de inflación “es una mala noticia y demuestra el fracaso de la polítca monetaria que ha seguido el Banco Central y el Gobierno en cuanto a la anticipación de este fenómeno inflacionario, que era predecible”.
En ese sentido, comentó que “por un lado, el alza en las tasas de interés, que ha sido muy agresiva durante este año, ha sido muy restrictiva para la economía, no ha dado los resultados y frenó fuertemente el crecimiento económico y hoy desde la elite política nadie le pasa la cuenta al Banco Central”.
Para Durán “hay una impunidad en una política que afecta mucho a las familias y en especial a las de la clase trabajadora. Por otro lado, no existen acciones para apoyar, aquí la promoción de la negociación colectiva es impostergable. Sin sindicatos y sin negociación colectiva, los salarios en Chile seguirán sumergidos sin poder alcanzar la inflación”.
En tanto, el economista Andrés Solimano se mostró más optimista frente a este panorama y afirmó que “yo diría que se ve una cierta tendencia de inflación de empezar a ceder porque esta tasa de inflación de noviembre es un poco más baja que la que teníamos los meses anteriores. Las dos variables, actividad económica e inflación están relacionadas, entonces, si ha habido un apretón que que lleva más de un año, también la política fiscal fue fuerte y justa este año porque se redujo el gasto público en 25% respecto de 2021, parece que las estadísticas estarían mostrando que la inflación estaría empezando lentamente a ceder y que la tan esperada recesión de 2023 habría empezado antes y, por lo tanto, terminaría antes”.