Publicado en El Ciudadano el 20 de julio de 2017
ENEL no atendió satisfactoriamente al público en medio del corte de luz que suma 5 días, mantiene infracciones multimillonarias, reduce costos empeorando el servicio y recibe financiamiento de los y las trabajadoras chilenas a través de un descuento de salario obligatorio administrado por las AFP. La empresa italiana a cargo de las funciones de generación y distribución de energía eléctrica a nivel nacional, que otrora fueran responsabilidad estatal, es hoy foco de severas críticas. Suman cinco días en que no han logrado dar respuesta al problema de corte del suministro que los hogares de la región metropolitana sufren desde la excepcional, pero leve nevazón del día sábado. Y no hay respuestas satisfactorias. Los cuestionamientos abarcan tanto la superficie como el corazón del fenómeno. Es decir, desde la administración de la contingencia hasta la pertinencia de mantener funciones básicas para el país en manos de empresas cuyo interés central es la maximización de utilidades. Y para colmo, con financiamiento público, que se extrae mes a mes de los salarios de chilenas y chilenos a través de la cotización obligatoria que se entrega a las AFP.