Publicada el 14 de junio 2023 en Cooperativa
Por Andrea Sato, investigadora Fundación SOL
Los enemigos de nuestra clase son poderosos, prepotentes y soberbios.
Y para aplastarlos,
es necesario unirnos disciplinadamente por sobre toda consideración;
sea esta de origen religioso, político o ideológico.
Primero es vivir y luego filosofar.
La unidad hace invencible a la clase trabajadora
y si sabemos usar de ella,
la oligarquía económica tiene sus días contados.
Clotario Blest
El domingo 11 de junio del presente año Valentina Doniez, nuestra compañera de Fundación SOL, abandonó su cuerpo físico; la jornada más fría de lo que va del año acompañó su deceso. Durante estos días de recuerdos, despedidas y congoja se ha repetido la idea de mantener vivo su legado a través de la difusión de sus ideas. Pero ¿Qué hacer? ¿Cuáles son las herramientas a utilizar? ¿Qué aprender del trabajo de Valentina?
Valentina confiaba profundamente en la unión de la clase trabajadora, consideraba que la estrategia central para el proletariado era la organización y así, avanzar a la ofensiva en un escenario estéril que empuja al individualismo y la fragmentación de las luchas sociales. Ella consideraba que la educación popular era la herramienta central para la emancipación de las clases populares y la construcción de un proyecto autónomo forjado por los y las trabajadoras. Su investigación centrada en la democracia sindical, mecanismos de participación efectiva y la negociación colectiva ramal fueron parte de la constelación de actividades que Vale realizaba con ahínco para conseguir los tan anhelados cambios estructurales que dignificaran el trabajo y al trabajador/a.
La educación e investigación sindical fueron áreas que guiaron su trabajo durante su paso por Fundación SOL, a partir de una convicción profunda en los procesos de aprendizaje permanente de la clase trabajadora y su constante avance hacia la conquista de un Buen Vivir.
Valentina depositó sus esperanzas y convicciones en un proyecto que permitiese dignificar a los y las trabajadoras, un proyecto que buscara superar el capitalismo como modelo de acumulación y también como organizador de la vida, proponía que el trabajo se volviera el centro para revalorizar la acción colectiva y así avanzar hacia sociedades más justas a través de la fraternidad de los y las trabajadoras.
Quienes nos quedamos como sus cómplices en los sueños y las utopías con la porfía rebelde de la construcción de otros mundos posibles en el cual el pan, techo y abrigo estén garantizados para todos/as, tenemos la tarea de no abandonar esa quimera compartida.
El momento de crisis del sindicalismo, junto al avance de la derecha reaccionaria, es un escenario desolador que debe impulsar la creación de nuevas formas para enfrentar la crisis de acumulación que vive el capital. En estos tiempos oscuros erigir alternativas populares que prioricen la recuperación material del poder de la clase obrera se vuelve urgente. Mejorar salarios, disminución efectiva de la jornada de trabajo, protección a la libertad sindical, derecho a la huelga y una negociación colectiva ramal que le pague a los trabajadores/as la riqueza que producen son puntos fundamentales para avanzar en los deseos de Valentina que también son nuestros deseos.
La tarea de sostener alternativas desde y por la clase trabajadora para la conquista de la dignidad y el Buen Vivir es el legado de Vale. Invitamos a quienes resuenen con este llamado a fortalecer cada asamblea, territorio y sindicato. Convidamos a mantener colectivamente este proceso de avance de las clases populares, a endurecernos sin perder la ternura y que cada acción que realicemos esté enfocada en el proyecto de la autonomía de la clase trabajadora.
A unirnos compañeros y compañeras, los duelos son parte de la vida que hemos decidido compartir en colectivo y la única forma de atravesarlos es encontrarnos en el hacer. Mantener la llama rebelde encendida, sostener cada espacio de subversión y recordar a quienes nos han acompañado en este camino como una luz que guía el actuar. La muerte solo es síntoma de que hubo vida y honrar la existencia de Vale es sostener sus luchas cotidianas, sus sueños insurrectos con una sonrisa siempre.