A Policomp llegué a mediados de marzo de 2009. Antes trabajé en un departamento de post- ventas en Lan Chile. Y antes de eso en el hotel 5 estrellas Intercontinental. Cuando entré al hotel era bastante ignorante, así que estuve 10, 11 meses con boleta. Pero no me importó, porque ganaba más incluso: por trabajar más horas, sin contrato, ganaba hasta 100 mil pesos más. Me convenía por último. Era una pega súper estresante pero yo lo pasaba súper bien, porque justo me tocó con varios compañeros con los que había estudiado idiomas, era un ambiente entretenido, independiente del nivel de estrés y responsabilidad. Trabajaba 6 días, nunca tuve un fin de semana libre, era por turnos, entraba a veces a las 7:00 am y salía a las 15:00 pm; o trabajaba de 15:00 pm a las 23:00 pm. Después me querían poner a trabajar de turno de noche, ni siquiera me preguntaron si quería hacerlo y pagaban lo mismo, así que dije chao.
Cuando llegué a Policomp, me tuvieron con boleta los primeros meses y recién en mayo me hicieron el contrato.
Siempre hacen lo mismo. Contratan 60, 70 personas para trabajar mínimo tres meses, y a todos les hacen contrato de honorarios, aún cuando trabajan con turnos, cumplen órdenes, marcan tarjeta, tienen colación, usan las dependencias de la empresa, es decir, no son honorarios, son totalmente dependientes. Con eso se sacan el pago de todas las cotizaciones, no pagan nada.
La edad promedio en el Call Center es de 30 años, pero también hay niños de 18, 19, gente de 40, 50.
ME CARGA QUE ME CUELGUEN EL TELÉFONO
Al principio te enseñan cómo ocupar el teléfono y dónde encontrar la información y nada más. Te enseñan el speach, te lo enseñan porque tienes que saber cómo contestar y despedirte, pero nada más. “Aló. Mesa de ayuda - tramitación internacional. Buenos días. Habla Cristina, ¿Con quién tengo el gusto?” Entonces ahí te hablan, te hablan, te hablan y te preguntan….Y después viene la despedida, qué me carga, porque la gente la encuentra tan larga que se aburre, por lo general en la central tienes que transferir llamadas, entonces, antes de transferir, “gracias por llamar a Servicio de Impuestos Internos, hasta luego”. Pero la gente está esperando que tú los comuniques rápido, nada más, y hay que decir eso cada vez que uno transfiere de un lugar a otro. Hay gente que llama de empresas ubicando a diferentes personas porque tienen que confirmar que trabajan en tal y tal parte, imagínate, una persona que tiene que llamar 20 veces en el día, y yo le tengo que decir eso. Igual que la mesa de ayuda en tramitación internacional. “Cualquier duda o consulta, nos puede volver a llamar a este teléfono, acuérdese, gracias por llamar a tributación internacional” ¡Es muy largo! La gente en la mitad ya te cortó. No te quieren escuchar y cortan. Sobre todo cuando llama el contribuyente enojado, qué te va a escuchar, corta no más. A varias nos ha tocado recibir puras puteadas no más. Entonces llega un momento en que escuchas lo que te dicen y ya cortas y no te importó más, entonces adquieres el sentir la indiferencia de lo que te están diciendo, total es tu pega, y si no les gustó mala cuea no más, no les gustó, pero no puedes hacer nada, porque, por protocolo, no puedes hacer más.
La peor época son “las temporadas altas”, los días de la operación renta, pues la gente te llama apurada y alega que nos le funciona el sistema, que les van a hacer una retención, que quedaron fuera de plazo y más encima van a tener que pagar una multa. La gente llama toda estresada, porque al chileno le gusta hacer las cosas así, a último minuto, y a último minuto el sistema colapsa, y cuando el sistema colapsa no puedes presentar los documentos electrónicos, los tienes que enviar al otro día y al otro día ya vas con multa… La gente llama histérica, “tú eres el culpable”, “te voy a demandar”, “dame tu nombre, tu apellido, te voy a demandar” ¡Y no es mi culpa! Hace como un mes una compañera por exceso de trabajo y por todas estas cosas tuvo una parálisis facial. Hay gente que se enferma, se enferma de verdad, qué tienen problemas con el colon, qué el estrés, el dolor de cabeza.
A la gente le dan ganas de llorar cuando suena el despertador y tiene que venir a trabajar. Tienes que estar todo el día, repetir como máquina la misma cuestión. Dependiendo de la temporada, si es baja, puedes tener tus minutos, diez minutos, incluso hasta una hora de repente. Pero en las temporadas altas tienes que pedir permiso incluso para ir al baño y puede que te manden a sentar porque hay muchas llamadas y no puedes ir al baño.
Por eso hay mucha rotación en los Call Centers y la gente no dura más de 6 meses; aparte es muy mal remunerado. También hay mucha gente que no soporta más y se va. Cuando yo estaba embarazada y todavía mi hijo me dejaba dormir, yo lloraba mientras me bañaba, antes de ir al trabajo.
IGNACIO
Al principio, cuando no estaba con Ignacio, yo quería terminar de estudiar y tener mi propio negocio. Creo que todavía me gustaría tener mi propio negocio, pero no sé, independiente de dónde tenga que estar, o lo que me toque hacer, después de haber estado acá, creo que no hay nada mejor que un lugar donde estemos todos tranquilos. No importa que tengas que trabajar bajo estrés, porque en el hotel yo vivía así, era una pega súper estresante, pero el ambiente era tan grato, que al final, cuando a mi me tocaba levantarme a las 5 de la mañana para ir a trabajar, salía antes, no me importaba, me levantaba contenta porque sabía que lo iba a pasar bien, a pesar de que durara todo el día, ¿cachai?, lo pasaba bien y entre todos podíamos tener una buena relación, y eso no se da en todas partes.
Cuando estaba embarazada, además de trabajar en el Call Center, yo estaba en la universidad, así es que después de que terminaba todo el estrés de acá me iba a la U, me iba corriendo con mi guata, pescaba mi guata y me iba… jajajaja…. Iba diurno, en la noche. Y yo creo que compensaba, porque en la universidad tenía compañeros adultos, por lo general hombres más grandes, algunos casados, entonces sabían cómo era mi situación y me ayudaban bastante.
Yo estudiaba Ingeniería Comercial en la Universidad Católica Silva Henríquez, pero ahora lo tengo congelado, porque Ignacio recién va a cumplir 10 meses, pero ya el próximo año retomo. Yo me quería ir a vivir a Nueva Zelanda, quería seguir estudiando, pero con mi gordito ya no po, me va a salir más caro, y no soy de irme sola y dejarlo aquí con mi familia. No, él es mi mochila, entonces cualquier cosa que haga la tengo que hacer con él.
A todo esto, inventaron por todas partes que mi hijo era de cualquier persona, que yo estaba con éste o con éste otro. Incluso dijeron que mi guagua se iba a llamar no sé cuánto… Uno ahora lo encuentra gracioso, pero es heavy. Vivir eso es horrible y más aún embarazada, cuando andas más sensible que nunca. Ahora no me importa, pero en esa época me hacía pebre esa cuestión. Me iba al baño y me encerraba a llorar, porque no entendía; porque por último la vida es mía y eso tienen que respetarlo.
No sé si será porque al final me crié con mi mamá pero con ella somos súper feministas en algunos aspectos. O sea a mi me carga eso de depender de un hombre económicamente. Tuve una vez un pololo al que le gustaba darme todas esas cuestiones y a mí me cargaba, porque si yo puedo… Y bueno ahora, que quedé embarazada, fui mamá soltera y sola, mejor para mí. En el trabajo nunca supieron al final quién era el papá de mi hijo. No tenían por qué saberlo tampoco, porque el problema es mío.
No llora mucho, pero es regalón. Desde que nació que no duermo de corrido más de tres horas. Igual en la casa mi mamá me echa una mano… Varias veces como que me he sentido culpable de estar aquí en vez de estar en la casa con mi hijo. Pero si tu lo piensas más prácticamente, el Ignacio empezó a ir a la sala cuna a los 3 meses, guagüita, chiquitito. Es casi un pecado hacerle eso a una guagua, pero el nivel que tiene el Ignacio, al día de hoy, de motricidad fina, de sociabilidad, puta no lo tiene cualquier guagua…. Fue despierto siempre, y en el jardín lo estimulan más todavía, entonces eso le ayuda más a los niños los estimulan, tienen otra personalidad, son más inteligentes. Yo creo que si lo hubiese criado yo en la casa encerrada con él, no sé, quizás cómo hubiese sido. No sé, pero mi hijo ve a otros niños, los mira y se ríe y le encanta jugar con ellos, entonces a lo mejor si se hubiera quedado en la casa conmigo no hubiese sido así. Las tías del jardín y la gente que lo conoce dicen que Ignacio es especial, porque tiene un nivel de sociabilidad tremendo… Yo por eso digo que mi hijo es muy especial, porque cuando andaba con él en la calle, y hasta el día de hoy, la gente se le acerca y les dan ganas de tocarlo… Entonces a mi me gustaría aprovechar más a mi hijo y no estar aquí… Pero por último lo que yo le dije a una compañera que estaba embarazada, que nunca tuvo derecho a ir al médico, cuando ella quería ir le quitaban un día de vacaciones. Yo siempre le decía: “¿Cómo le puedo enseñar a mi hijo que sea un hombre correcto, como puedo educarlo y mostrarle lo bueno, lo malo, si permito que a mí me pasen a llevar?”.
Yo puedo salir una hora antes, a las 5, aunque hay veces en que no me puedo ir a esa hora porque tengo reuniones. Llego a la casa, juego con él, lo baño, le cambio ropa, me lo como a besos, ahora está aprendiendo a caminar, pero tiene ya 9 meses y ¡corre!. O sea, yo lo tomo de la mano y tengo que correr con él. Después lo hago dormir y queda feliz. El duerme conmigo, tiene su cuna y todo, pero no, a él le gusta conmigo, es que igual en la noche pide tomar leche, entonces, estar sacándolo de la cuna y después devolverlo, se enfría, me despierto yo, nos despertamos los dos, no duerme nadie… En la mañana él se despierta solito, a las 6:30, 7. Abre un ojo, me mira y se ríe, y ahí se sienta sólo en la cama y se afirma y empieza Aaaaaa….Estoy cómo media hora, 40 minutos con él, después se va a la sala cuna y yo me voy a trabajar. Tengo una foto de él en el computador; tengo lleno de fotos, portafotos, y estoy llamando en la mañana, en la tarde, para saber cómo está… Siempre estoy preocupada por él.
Yo creo que me tuve que hacer independiente. Mis papás tuvieron una empresa cuando vivían juntos y después, cuando yo tenía 7 u 8 años, se separaron, y ahí se escriben otras historias; y ahí tienes la vida de una forma, después cambia a otra, vas creciendo, vas pasando distintas etapas y uno es como es por las cosas que le tocan.
DOLOR DE CABEZA
Es primera vez que estoy en una cosa así, tan de Call Center, porque cuando estuve en Lan… La gente en Lan era toda bien educada, eran casi todos universitarios, entonces eran otros tipos de conversación, otras preocupaciones, y la verdad suena feo, incluso hasta clasista, pero yo no estaba acostumbrada a estar con este tipo de gente. Yo tengo amigos de todas partes, pero nunca había estado en un ambiente tan… Yo lo encuentro penca.
A mí me da harta pena, porque yo iba a trabajar 3 meses y después me iba a tirar con licencia. Iba a trabajar 3 meses para juntar más rentas y que en la licencia me pagaran más. Pero con las condiciones que estaban acá, me dio tanta pena por mis compañeros, entonces me preocupé de ser todo para los chiquillos y no cumplir lo que yo quería, que era estar en mi casa con mi hijo. Yo decía ‘termina mi fuero maternal y si me echan, me echan, total me van a pagar todo’, pero aquí las condiciones seguían siendo iguales o peores, y no tan sólo conmigo sino con todos. Tengo compañeros que son pololos y no se pueden ni saludar ni mirar porque los retan, porque no pueden hacer esas cosas. Hay veces en que si uno se está riendo mucho, te van a callar, porque ‘no te tienes que estar riendo, trabaja’.
Tengo un compañero que lleva en el mismo puesto y en el mismo lugar 10 años. A él la empresa le paga 10 mil pesos más con el único fin de que no se vaya a meter en el sindicato. Entonces ¿qué proyección tengo? Ninguna. Absolutamente ninguna. Además que si sigo ahí me voy a volver loca. Definitivamente no sé si me dé el sistema nervioso para estar soportando todas las cosas que ellos hacen.
La gente que está al mando de la empresa, es pero…uf…no está ni ahí si vulnera o no tus derechos, mientras se haga lo que ellos quieran… La empresa ha pagado multas millonarias en la Inspección del Trabajo, pero no mejora ninguna de las situaciones, prefiere pagar las multas. O sea, aquí les pasaron multas millonarias por no tener un control de asistencia como corresponde; no dar finiquitos; no entregar liquidaciones de sueldo; no hacer contratos; por tener a la gente a honorarios y porque tus turnos son más de 12 horas diarias… Lo único que nos arregló fue eso, que los turnos ya no son obligadamente de 12 horas… Además, las horas extras las pagan como una hora trabajada normal, y hacen descuentos por atrasos…. Si uno se pone a hacer los cálculos, las horas de jornada no te coinciden, entonces a veces te quedas 5, 10 minutos y no te los pagan y te descuentan 2 atrasos, y además te mandan carta de amonestación a tu casa.
Acá hay harta gente que sufre de dolor de cabeza, dolor de estómago, y la rotación del resfrío es fuertísima. Como no tenemos ventilación y es una sola oficina, si se enferma uno, se enferman todos. El hacinamiento ha sido tema entre la gente de la Inspección del Trabajo. Les llama enormemente la atención que estemos 6 personas en un espacio tan reducido, de 2x2 metros. En un módulo entran 6 personas. Cada módulo es una mesa larga, sin divisiones, donde estamos uno al lado del otro. Luego hay otra mesa atrás, y nos sientan espalda con espalda. Siempre están rotando. Puedes estar dos meses sentada en un modulo y después te cambian. Los que están al lado de la puerta tienen una corriente de aire terrible, lo mismo al lado de la ventana. Las ventanas dan justo a la calle Bombero de Salas, donde está el lanza aguas, la micro de carabineros, y esos autos emanan un olor a combustión quemada… es horrible, está la oficina hedionda a contaminación. Y por lo que sabemos, no pasan la aspiradora en las alfombras, de repente estás enronchada entera con los ácaros. De repente eres tú la que tiene que limpiar el puesto de trabajo porque está lleno de tierra.
Acá no hay nadie que tenga un salario igual al de otro. La misma gerenta de Recursos Humanos dice: “aquí las remuneraciones, los contratos y las liquidaciones son según las necesidades de cada trabajador”. En general, si uno trata de sacar un promedio, los compañeros ganan $250 mil, pero hay de todo, desde los que ganan el mínimo, los que ganan un poco más, como yo, hasta los supervisores y el jefe de operaciones. Ese debe ganar por lo menos un milloncito, yo creo. El sueldo es fijo, no hay muchos bonos, como en otros Call Centers, donde si cumples muchas cosas te dan un bono.
A veces tengo tiempo para no hacer nada, cuando se llevan al Ignacio y me quedo por ahí, media hora, una hora, sola. Por lo general aprovecho de dormir. Tengo contactos con gente más que nada por internet, porque todavía no siento la necesidad ni tengo el valor de dejar al Ignacio solo y salir de la casa, irme de carrete por ejemplo. Por lo general, si me voy a ir a juntar con mis amigos, si quieren hacer algo en la noche, es en mi casa; y si es de día, salgo con Ignacio y lo llevo conmigo. Todavía como que no vuelvo a tener mi propia vida, sola. Todo gira o en torno al sindicato o a mi hijo. Yo creo que en algún momento la voy a retomar, ojalá fuera de este Call Center. Por lo menos tengo hartas ganas de estar en otro lugar y no trabajar siempre en Call Center, porque allí no tienes mucho para crecer. O sea, lo que desarrollas son las habilidades blandas y harto nivel de tolerancia. Eso es más que todo.