por Pablo Obregón Castro, Economía y Negocios El Mercurio
En la práctica, los salarios regionalizados sí existen. El Estado de Chile subsidia la contratación de mano de obra en las regiones extremas, lo que en algunos casos permite que los sueldos de esas zonas se acerquen al promedio nacional.
Según estadísticas de la Fundación SOL - dedicada a la investigación de temas de sindicalismo, desigualdad y trabajo -, basadas en cifras del INE, el sueldo promedio de los trabajadores privados en Aysén sería un 23% inferior a la media nacional si se descuenta la Bonificación a la Contratación de Mano de Obra en Zonas Extremas. Con este subsidio, en cambio, esa brecha disminuye a 8%.
Dicho de otro modo, este subsidio representa el 15% de los salarios promedio de los trabajadores privados de la región.
En el caso de Magallanes, este subsidio permite que, incluso, los sueldos en esa zona sean mayores en comparación con la media nacional. Con bonificación, los magallánicos ganan $424.674 y el promedio nacional en el sector privado es de $368.320.
La situación más desventajosa se da en Arica y Parinacota, donde el sueldo sin bonificiación es de $254.853 (31% menos que el promedio país) y con bonificación, $300.215 (19% inferior).
Tal como señala el economista de la Fundación SOL, Gonzalo Durán, la ley que bonifica la contratación en zonas extremas beneficia al empleador y tiene como requisito que las cotizaciones previsionales estén al día.
"Para nosotros la solución no va por ese lado (aumentar la bonificación), puesto que en este esquema la bonificación está subsidiando al empleador por eso la solución va por el lado que las empresas ajusten sus expectativas de ganancias y mejoren los sueldos sin necesidad del subsidio", señala Durán.
El investigador de Cieplan, Patricio Meller, en tanto, considera que el debate que se ha dado no apunta a los temas de largo plazo, los que tienen que ver con el desarrollo de esas zonas y no con una bonificación o un subsidio específico.
"Si la salmonicultura no alcanza, habrá que darle con un enfoque país, al tema del turismo. Quieren desarrollar el turismo en esa zona, pero ni siquiera está la infraestructura para recibir cruceros".
Zonas más pobres
La bonificación en zonas extremas se creó a partir de criterios geopolíticos, que apuntaban a aumentar la población en aquellas zonas donde las posibilidades de conflictos vecinales estaban más presentes.
Los criterios relacionados con la pobreza no estaban presentes. Por lo mismo, se da que este subsidio no opera en las zonas más vulnerables del país, como La Araucanía (27% de pobreza según la encuesta Casen 2009).
A juicio del abogado laboralista, Marcelo Albornoz, la reflexión que hay que hacer es si por el solo hecho de ser regiones extremas les corresponde la bonificación o también deberían considerarse los factores productivos, sociales, demográficos.