Por Alexander Paez, sociólogo Fundación SOL
Este economista se enmarca en la discusión sobre estructura social y desigualdad, polemizando con visiones funcionalistas que ven en la estratificación una cuestión simplemente gradacional, obviando el conflicto inherente a los bienes que están en juego, así como con las visiones más ortodoxas del marxismo que sólo observan el conflicto a nivel productivo.
Sin entrar en detalle en los postulados de su teoría, es interesante rescatar la relación que establece entre explotación en el trabajo y explotación en la circulación, donde se acerca a los más novedosos postulados de la Escuela Operaísta Italiana sobre la financiarización, y la colonización del capital en todos los ámbitos de la vida, o como diría el mismo Marx en 1848, luego de que el empresario ha extraído su plusvalor de la producción llegan “los otros representantes de la burguesía: el casero, el tendero, el prestamista, etc”.
En Chile, tales postulados se verifican en que el endeudamiento de los hogares ya llega al 60% sobre el ingreso disponible, según el último informe de Estabilidad Financiera del Banco Central y en que el gasto en educación superior de los hogares, de los dos quintiles de más bajos ingresos, es cerca del 40% de los ingresos.
En ese reducto, el del mercado del crédito, se está dando una novedosa sujeción y explotación entre los ingresos del trabajo –y sus hogares- y el capital financiero –bancos y retail- que especula sobre ellos. Revisemos algunos datos que nos permitan comprender aquello.
Según la Encuesta Nacional de Salud y Trabajo (ENETS) al 55% del proletariado informal –todo aquel obrero o cuenta propia no calificado y sin protección laboral- no le alcanza su salario para sus gastos ´básicos y regulares, seguido del proletariado formal –obrero no calificado con contrato formal- con un 40%. Esto, en contraste con el 96% de los gerentes expertos (todo aquel directivo o profesional con alto nivel educativo con autoridad y control sobre otros trabajadores), a quienes siempre les alcanza su salario para cubrir sus necesidades básicas.
De esa población que no les alcanza para cubrir sus gastos básicos, el 55% de los proletariados formales que cuenta con tarjeta de crédito, ya sea de banco, centro comercial, supermercados, etc. la utiliza para cubrir tales gastos. Para el caso del proletariado informal, el cual tiene menos acceso al mercado del crédito (el 74% declara no tener tarjeta), el 30% de los que sí tienen tarjeta la utilizan para sobrevivir por sus bajos salarios.
El mecanismo de bajos salarios, endeudamiento, promesas de credenciales (endeudamiento universitario) tiene un límite. Una crisis económica, en especial financiera, dará cuenta de conflictos latentes producto de tales explotaciones múltiples - en el ámbito del trabajo y del consumo-, lo cual deja poco margen para la reproducción del sistema a futuro.Eso mismo obliga a una transformación central del trabajo y los mecanismos de generación de riqueza de la élite (vía explotaciones múltiples), acumulando cada vez más conflictos. De continuar así, en palabras de Zizek, la elite se podría llegar a ver reflejada en “la típica escena de dibujos animados donde el gato llega al borde del precipicio, pero sigue andando, sin saber que ya no tiene suelo bajo los pies, y no se cae hasta que no mira hacia abajo y ve el abismo”.
Publicado por El Quinto Poder