Por equipo Fundación SOL
Centrándose en la necesidad de generar un Plan de Reajuste del Salario Mínimo a mediano plazo, la Fundación Sol presentó tres escenarios de aumento salarial de aquí a 2017, dentro de los cuales la cifra para 2011 debería superar los $205.000. “Es necesario que el Gobierno genere una política de mediano plazo que permita la fijación de un salario mínimo acorde no sólo a las proyecciones de crecimiento, sino también al Umbral de Satisfacción Mínimo de las personas”, explicó Marco Kremerman, director de la entidad. Este sistema, además, debería basarse en la participación ciudadana y en la negociación colectiva. “De otra forma, se pone en duda nuestro sistema democrático, teniendo en cuenta que la fijación del actual salario mínimo se realiza a puertas cerradas” agregó el Economista.
Respecto a las amenazas del desempleo y de las presiones inflacionarias colocadas por las autoridades frente a un eventual aumento del salario mínimo, el estudio fundamenta que no existe evidencia empírica nacional e internacional, que demuestre esto de manera contundente. Sólo puede ocurrir cuando se realizan reajustes considerables en momentos de contracción económica y cuando los empresarios trasladan el aumento salarial a sus precios de venta, para mantener sus niveles de utilidades.
Para la Fundación SOL, el monto actual del salario mínimo es absolutamente insuficiente, considerando incluso que la línea de la pobreza debería ser actualizada, tal como lo ha propuesto el propio Felipe Larraín, en el año 2008, antes de ser Ministro de Hacienda. En las condiciones actuales, el salario mínimo no alcanza para satisfacer las necesidades más básicas de una familia y compromete seriamente la reproducción material que cualquier persona necesita para desplegar sus potencialidades. “Sin duda, esta es una tremenda deuda para un país que acaba de ingresar al grupo de los países más avanzados de la OCDE, teniendo en cuenta además que hoy en Chile más de 1 millón de personas ganan un salario mínimo o menos” (considerando el pago de gratificaciones), señaló Kremerman.
Agrega, además, que es necesario asegurar un Umbral de Satisfacción Mínimo que incorpore gastos en alimentación, vivienda y servicios básicos, equipamiento de la vivienda, vestuario, transporte, salud, cultura y recreación, lo que hoy está lejos de ser garantizado para gran parte de la población.
Según el investigador de la Fundación SOL, un gran acuerdo político o cualquier llamado a la unidad nacional, debería considerar como piedra angular colocar al trabajo al centro de la estrategia de desarrollo y por ello resulta necesario elaborar un plan nacional de reajuste del salario mínimo para acercarnos a los países de la OCDE de la mitad inferior, como Portugal y Eslovaquia (que tienen un PIB per cápita en torno a los 20 mil dólares).
RESPALDO DE LOS TRABAJADORES y ESTUDIANTES
En representación de los trabajadores, el dirigente sindical Cristián Cuevas planteó que “nos sumaremos a esta iniciativa con un movimiento tendiente a generar que se permita cambiar la relación de cómo se discute y se resuelve el tema del salario mínimo nacional, porque aquí hay un gran ausente que somos nosotros: los trabajadores.”
A su vez, señaló que aunque la discusión esté avanzada se llamará a movilizarse en el corto y mediano plazo: “por lo menos lo que está en la discusión, de lo que es el reajuste de salario mínimo a nivel nacional en Chile en este minuto, creemos que la suerte está echada, pero necesitamos generar efectivamente un movimiento de articulación social en que los trabajadores juguemos un rol: los movimientos sociales, los ciudadanos y las distintas instituciones sindicales que permita efectivamente dar una discusión de país.”
Representando a los estudiantes universitarios, Francisco Figueroa, Vicepresidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECh), señaló que las propuestas de salario mínimo hasta el momento han sido inconsistentes, tanto en la forma como en el fondo y que “Las discusiones fundamentales sobre la estrategia de desarrollo y por lo tanto el tipo de educación que tenemos y la revalorización que hay que tener del trabajo, está secuestrada por la clase política y es monopolio de su tecnocracia. Por esto los estudiantes valoramos esta propuesta y nos haremos parte del proceso de abrirla y convocar a otros actores sociales para llevarla adelante.”
Además señaló que los políticos se jactan de la masiva entrada de jóvenes a la educación superior, pero sin tocar el tema de las extremas desigualdades de ingresos de las familias, ni lo que esto significa: “lo que no dicen es que la mayoría de los estudiantes de la educación superior lo que se llevan es una mochila de deudas, teniendo una cantidad importante de familias que viven con salarios paupérrimos que pagan los empresarios y que no alcanzan ni siquiera para sobrevivir.”
“La propuesta que aquí trae SOL, en concordancia con lo que estamos planteando otros actores sociales como los estudiantes de la educación superior, tiene que ver con sacar esta discusión de los salones de la tecnocracia para situarla como una discusión ciudadana” Dijo Francisco al finalizar.
TRES ESCENARIOS
El estudio de la Fundación SOL propone tres escenarios para fijar un Plan de Salario Mínimo de aquí a 2017.
El primer escenario o escenario conservador, supone que en el año 2017 el salario mínimo podría cubrir el 100% de la línea de la pobreza familiar que se utiliza actualmente, para ello se requieren reajustes anuales cercanos a los $30 mil, lo que significa que este año, al menos se debería alcanzar un salario mínimo de $205 mil, para llegar el 2017 a un valor de $379 mil. Esto implicaría que la razón entre salario mínimo y PIB per cápita avanzaría de 0,34 a 0,44, situándose en un valor intermedio del rango recomendado internacionalmente (entre 0,30 y 0,60).
El segundo escenario denominado intermedio o Larraín, utiliza una línea de la pobreza ajustada de acuerdo a las recomendaciones planteadas por el actual ministro de Hacienda. Bajo este esquema, el año 2017 el salario mínimo cubriría el 90% de la línea de la pobreza familiar y sería de $433 mil, lo que significa que este año, al menos se debería alcanzar un salario mínimo de $215 mil, con reajustes anuales cercanos a los $40 mil. Esto implicaría que la razón entre salario mínimo y PIB per cápita avanzaría de 0,34 a 0,50, situándose en un valor intermedio superior del rango recomendado internacionalmente.
El tercer escenario o mejor escenario, utiliza el Umbral de Satisfacción Mínimo para una familia de 4 personas como línea de la pobreza. Bajo este esquema, el año 2017 el salario mínimo cubriría el 60% de la línea de la pobreza familiar y sería de $505 mil, lo que significa que este año, al menos se debería alcanzar un salario mínimo de $225 mil, con reajustes anuales cercanos a los $50 mil. Esto implicaría que la razón entre salario mínimo y PIB per cápita avanzaría de 0,34 a 0,58, situándose en un valor superior del rango recomendado internacionalmente.
Como complemento se propone un set de políticas para ayudar a que las empresas pequeñas menos productivas puedan pagar un salario mínimo más alto en el mediano plazo.
Finalmente, en la investigación se menciona que la política de fijar un salario mínimo que permita al menos cubrir la línea de la pobreza para una familia de 4 personas, fue planteada hace algunos años por el obispo Alejandro Goic a través de un llamado nacional por un Salario Ético equivalente a $250 mil. El actual gobierno ha tomado parte de esta propuesta, pero la transformó en un Ingreso Ético Familiar, que en vez de asegurar un pago mínimo adecuado por el trabajo, delega en el Estado la responsabilidad.
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