A inicios de mayo Fundación Sol compartió con La Prensa Austral el antecedentes de que al 31 de marzo de 2016 se pagaron en Magallanes 3.362 pensiones de vejez por edad, por un monto promedio de $131.125 lo cual equivale apenas al 52% del salario mínimo bruto, que es de $250.000. Para algunos, una cifra considerada indigna para los adultos mayores; para otros, sólo se trata del resultado normal esperable para el nivel de cotizaciones acumuladas durante la “etapa laboral”.
No obstante lo anterior, los montos de jubilación no serán la única variable que motive preocupaciones en los mayores de 60 años. Esto porque a contar de julio entrarán en vigencia las nuevas tablas de mortalidad publicadas por la Superintendencia de Pensiones y la de Valores y Seguros.
Trabajar más y aumentar el ahorro
Se trata de un reajuste que se realiza cada cinco años y que acomoda las expectativas de vida a los ahorros acumulados. En particular, se proyecta que las mujeres que en 2016 tengan 60 años, vivirán en promedio hasta los 90,31 años. Es decir, 1 año y 2 meses más, respecto de las tablas vigentes. Para el caso de los hombres, la estimación apunta a una esperanza de vida promedio de 85,24 años, lo que implicará 7 meses más si se compara con respecto a la medición actual.
En la práctica, esto significa que la publicación de las nuevas tablas asume el cálculo de las pensiones para solventar los pagos por mayor tiempo, situación que comenzaría a regir desde el 1 de julio de 2016. En términos económicos, se ha planteado a nivel central que quienes desde mayo de este año han empezado su jubilación por el sistema de AFP, verán disminuido el monto de su pensión. A saber, las jubilaciones se reducirán en un 2 por ciento.
Para incrementar los montos a percibir en esta materia, se ha propuesto que sería necesario aumentar entonces el promedio de ahorro previsional de cada sueldo, el que en Chile es del 10% -en la Ocde alcanza el 19,6%- e incrementar la edad de jubilación, particularmente, en el caso de las mujeres de 60 a 65 años.
No hay garantías
No obstante lo señalado, el investigador de Fundación Sol, Recaredo Gálvez Carrasco indicó a este medio que si bien en la Ocde el promedio de la tasa de cotización es mayor que en Chile, se debe considerar que la contribución es bipartita, es decir, aportan trabajadores y empleadores. Estos últimos en promedio aportan sobre el 10 por ciento del monto total. “Por otro lado, la edad de jubilación efectiva promedio que ha calculado la Ocde, en su último informe Pensions at a Glance, 2015, para las mujeres chilenas es de 67 años es decir muy por sobre la edad legal”, indicó.
Asimismo, aseguró que “debemos tener en cuenta que el sistema de AFP chileno, no garantiza un beneficio definido (pensión) por lo cual el aumento de la edad de jubilación no garantiza en absoluto que las pensiones sean suficientes o aumenten, pues el monto de la pensión final depende del monto de ahorro y de la capitalización de los fondos”.
Gálvez finalizó indicando que trabajar más años tampoco es una garantía de mayor ahorro, dijo ejemplificando el caso de aquellos jóvenes que se insertan de manera tardía al mercado del trabajo. “Eso sumado a las condiciones de empleo a cuenta propia que ya representa casi el 30% de la ocupación creada en los últimos 5 años y que corresponde a ocupaciones donde generalmente no se realiza cotización. Por otro lado, en la actualidad hay más de 1 millón de falsos asalariados, que corresponde a personas que reciben órdenes y cumplen horarios, pero no tienen contrato de trabajo escrito (algunos boletean) por lo cual tampoco realizan cotización por la vía formal”, expresó.