Publicado en El Sur el 11 de agosto de 2016
Los anuncios hechos por la Presidenta Michelle Bachelet por sí solo no aumentarán las pensiones en forma automática, pero el hecho de colocar el tema sobre la mesa ya es un avance. Eso al menos es lo que plantearon economistas locales y líderes gremiales respecto a la propuesta gubernamental.
Para José Navarrete, académico del Magíster en Tributación de la Universidad Andrés Bello, es importante aclarar que solo se hicieron públicas las ideas de mejoras, pero no los detalles, por lo que cualquier análisis tiene cierto nivel de incertidumbre. "A mi juicio, estas medidas no son sustanciales y no apuntan a solucionar el tema de fondo. En ese contexto, la más potente sería el estudio de los parámetros con los que se calculan las pensiones, equiparando hombres y mujeres. Eso, debería tener un efecto positivo y real", afirmó.
A su vez, Carlos Smith Clavería, director de Ingeniería (E) en Administración de la Universidad Del Desarrollo, cree que sincerar definitivamente la idea de que las cotizaciones deben aumentar es un buen signo, junto con incorporar al empleador, lo cual pone el acento en algo que es muy relevante para mejorar pensiones. "Sin embargo hay que ver en detalle hacia donde van dirigidos estos dineros extra ya que podría llegar a ser bastante regresivo, especialmente con la clase media, si es que todo se va al pilar solidario", apuntó.
El presidente de la Multigremial Nacional de Emprendedores, Juan Pablo Swett, dijo que "nos parece bien que se quieran mejorar las pensiones, pero si se va a meter la mano al bolsillo de los empleadores, es decir de las empresas, hubiésemos esperado al menos sentarnos a conversar antes".
Agregó que también "existe algo de preocupación en el mun do privado en el sentido de que el incremento del 10 a 15% vaya completamente al fondo solidario y nada a la cuenta personal del trabajador".
Navarrete agregó que es valorable el hecho que en muchos años se esté haciendo algo por mejorar las pensiones. No obstante, las medidas no apuntan al tema de fondo. En primer lugar, el aumento de cotización de 10% a 15%, sería correcto, en la medida que este adicional hubiese ido al fondo del trabajador.
Un punto que remarcó es que el hecho de que el empleador deba aportar más podría generar menos contrataciones indefinidas, porque implica un gasto más para la empresa. Esto, manifestó, podría tener un efecto en ese sentido, pero "creo que será marginal, puesto que el aumento será gradual, lo que dará tiempo a los empleadores para ir ajustando sus costos o pasando parte de esto a precio. No lo veo como una medida que afecte el empleo, puesto que la mayoría de los empresarios se han mostrado favorables a medidas de esta naturaleza".
Sobre esto, Smith Clavería añadió que es algo que se debe estudiar. "De alguna manera este aumento del 5% podría terminar siendo un impuesto al trabajo y generar serios problemas en este mercado, dañando una parte importante de la demanda por trabajo".
Para Elizabeth Gómez, presidenta de la Cpcc, "creemos que el debate sobre el sistema previsional deber ser responsable, serio e informado, involucrando a todos los actores en la discusión. Desde el empresariado esperamos contar, en detalle, con todos los antecedentes que la propuesta del Ejecutivo contiene, así como ser incorporados en la discusión".
Eduardo Jerez Sanhueza de masprevision.cl, afirmó que luego de los anuncios previsionales de la Presidenta Bachelet, sólo queda claro la enorme improvisación en un tema clave para el país. "Improvisación pues se pasó de una comisión de expertos, a un comité de ministros, a una hoja de ruta, a un tema a tratar para la próxima administración, para finalmente cerrar con propuestas pocos claras que ni siquiera provienen directamente de la comisión Bravo, sin estudios respecto a los efectos colaterales de su implementación".
En voz de Recaredo Gálvez, de la Fundación Sol, en estos momentos no es necesario el aumento de cotización, teniendo en cuenta que "proponemos un cambio de tipo estructural, pasando a un sistema de pensiones real que se base en el esquema de reparto solidario, el cual sí es viable y permitiría que los trabajadores activos financien a los pasivos en las actuales condiciones sin la necesidad de aumentar la tasa de cotización inmediatamente".
Ariel Yévenes, economista Centro de Estudios de Corbiobío, señaló que lo central de la propuesta es el importante incremento en la tasa de cotización, que a su vez genera varias inquietudes que deben clarificarse una vez que la información se canalice entre los actores involucrados. Así, surge la inquietud respecto a la vía por la cual el incremento de cotizaciones serán de cargo del empleador para destinarse para capitalizar pensiones de cada trabajador y lo mismo en el caso del pilar solidario, pues podría significar un incremento en los costos de contratación, que a la larga podría repercutir, ya sea en algún grado de desempleo o bien en la reducción de salarios reales.