Por Loreto Soto/Radio Universidad de Chile
Una pésima evaluación recibió Chile en el último informe dado a conocer este miércoles por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). El estudio abordaba la medición del bienestar entre los distintos países miembros, tomando en cuenta factores como ingreso y riqueza, empleo, vivienda, salud, compaginación de vida laboral y privada, educación, relaciones sociales, calidad medioambiental, seguridad y percepción subjetiva del bienestar.
Chile obtuvo 0 puntos – en una escala cuyo máximo es 10 – en ingresos y en calidad medio ambiental. Además exhibió un mal rendimiento en las relaciones sociales (3,4), seguridad (3,4) y educación (4,2).
Para el economista de la Fundación Sol, Gonzalo Durán, “la medición de la OCDE confirma lo que otros indicadores en Chile están mostrando y que son los bajos ingresos que se obtienen por trabajar”.
Durán indicó que hoy “existen 500 mil empleados que se clasifican como pobres porque los ingresos que tienen no les alcanzan para vivir” y agregó que “eso está demostrando que en la actualidad, en el mundo del trabajo, los salarios están siendo muy bajos al punto que el 90 por ciento de los chilenos gana menos de 650 mil pesos, que es el salario mínimo promedio de los países de la OCDE”.
Una realidad que, según el doctor en Economía Andrés Solimano, se explicaría por el modelo de desarrollo que ha seguido nuestro país en las últimas décadas, que se ha enfocado en el crecimiento y el aumento del ingreso per cápita, pero que precisamente ha fallado en la distribución de la riqueza y la calidad de vida de los ciudadanos. Por lo mismo, Solimano señaló que la estrategia de desarrollo debe ser balanceada y amplia.
De hecho, este informe elaborado por la OCDE iría en la línea de un nuevo paradigma económico que plantea que el ingreso per cápita no es suficiente para medir el bienestar e incluso la felicidad de las sociedades.
Chile, por ejemplo, tiene un ingreso per cápita que bordea los 15 mil dólares – uno de los más altos de Latinoamérica junto con Argentina – sin embargo, es uno de los países que tiene la peor distribución del mismo, donde los promedios se ven abultados por lo que gana el 10 por ciento más rico, que acapara casi un 40 por ciento de los ingresos nacionales, versus un 0,9 del 10 por ciento más pobre.
Por lo mismo, los expertos indican que es necesario implementar reformas estructurales que se apliquen tanto al mercado del trabajo como a los otros aspectos que mejoran la calidad de vida de las personas. En esa línea, la misma OCDE ha advertido a Chile la necesidad incrementar los niveles de negociación colectiva y mejorar sustantivamente el salario mínimo para que pueda cubrir las necesidades de las familias.
Por otro lado, también se hace un llamado de atención en torno a la implementación de un plan de desarrollo sustentable que garantice el derecho de las personas de vivir en un medio ambiente libre de contaminación y de detener la sobrexplotación de los recursos naturales.
Chile se ubicó en el fondo de la medición junto a Hungría, Portugal, Estonia, México y Turquía, mientras que los países nórdicos europeos, además de Australia, Canadá y Estados Unidos son los países de la OCDE con mejores índices de bienestar.
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