Nueva Columna en La Tercera: 21 de Mayo: el lado "B" de los 687 mil empleos
Por Gonzalo Durán Sanhueza, Economista El siguiente, es un extracto del discurso del 21 de Mayo. En 67 palabras y 333 letras, el Presidente Piñera sintetiza y comunica lo que parece ser uno de los mayores logros de esta cuenta pública. Ello, al menos en lo concerniente al mundo del trabajo. Un examen enriquecido de los nuevos empleos,  mostrará que existen aspectos grises que requieren sincerarse en orden a tener un correcto diagnóstico de la situación del mundo del trabajo en Chile. Juicio a partir del cual, se derivarán decisiones de política pública. Utilizando la misma fuente de información que usa el Gobierno, esto es, la base de micro-datos de la Nueva Encuesta Nacional de Empleo (NENE) se puede señalar que:
  • En los últimos 24 meses, se han creado 687 mil nuevos empleos. De ellos, el 74% es: trabajo por cuenta propia, familiares no remunerados, servicio doméstico y asalariado externalizado. Sólo un 26% está contratado directamente por la empresa donde trabaja.
  • Un 99% de los nuevos "cuentapropistas" son empleos de medio tiempo, un 88% es de baja calificación y más del 60% son subempleados (es decir personas que trabajan menos de 30 horas a la semana y quisieran trabajar más).
  • El otro grupo importante, los asalariados externalizados, se componen básicamente por la categoría "suministro", esto es, aquel demandado por las Empresas de Servicios Transitorios (EST). En España a este tipo de empleo le llaman "trabajo basura" (las famosas ETT).
Para testear la calidad/precariedad de los empleos tercerizados versus aquellos que son directamente contratados, un buen ejercicio es ejecutar una prueba econométrica utilizando el Índice de Empleo Protegido que calcula Fundación SOL. En particular, lo que se busca será responder a la siguiente pregunta: ¿cómo afecta a la probabilidad de tener empleo protegido el hecho de ser externalizado/a?. Los resultados son los esperados: "ser un trabajador/a externalizado/a en Chile, REDUCE la probabilidad de tener un empleo protegido en a lo menos un 10%, respecto a un trabajador directamente contratado". Si sometemos el subempleo a la prueba econométrica para revisar precariedad, los resultados son todavía más rotundos: "ser un subempleado/as, REDUCE la probabilidad de tener un empleo protegido en a lo menos un 30%, respecto a un trabajador que no es subempleado". ¿Qué nos dice este examen? Que tanto subempleo como subcontrato, suministro y enganche de trabajadores AUMENTA la probabilidad de que existan empleos precarios. Omitir estos elementos del análisis llevan a un diagnóstico trastocado e ilusorio. Si lo que se busca es cumplir con una meta de empleos de calidad, se debe evitar el subempleo y contener la tercerización. Ambas cuestiones, son particularmente relevantes en tiempos de crisis económica, momento en el cual, subempleados y tercerizados serán los primeros en perder sus fuentes de trabajo. En el caso de las mujeres la situación es aún más extrema: del total de empleos creados sólo un 9% es asalariado directo, el 91%, es decir 330 mil empleos nuevos empleos femeninos corresponden a suministro de trabajadoras, subcontratación, enganche informal, trabajo por cuenta propia (mayoritariamente no calificado y de bajos ingresos), trabajos no remunerados por la vía de la figura del familiar no remunerado y servicio doméstico. La cuenta pública deja un sabor amargo pues pretende mostrar como bueno algo que no lo es. Publicado en La Tercera