El desplome de los ingresos tributarios de la minería privada estaría provocando un déficit fiscal que tendrá un efecto evidente en los ingresos. Para el economista Gonzalo Durán, el ministro actúa como "vocero del empresariado", ya que "el Estado tiene plata pero no quiere utilizarla en políticas sociales".
El ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, reconoció una recesión en el sector minero ante la comisión especial mixta de presupuestos en el Congreso. Esto debido a la caída del precio del cobre y el desplome de los ingresos tributarios de la minería privada.
El titular de Hacienda indicó que esta situación “tiene un efecto evidente en los ingresos” en un contexto de “déficit fiscal relevante que hay que ir conteniendo y revirtiendo”.
En ese escenario, advirtió que la discusión sobre el salario mínimo es un debate que se deberá tomar con cautela, porque “tienen que equilibrarse aquí temas de empleo con temas de ingresos”.
El presidente de la comisión de Hacienda del Senado, Andrés Zaldívar, destacó que “el ministro hizo un planteamiento claro de lo que ha sido la ejecución presupuestaria”. Además, se refirió a la proyección de la economía nacional.
“Creo que el ministro ha sido muy consistente con el IPOM entregado por el Banco Central. Y planteó algo bien claro e importante para la formación del nuevo presupuesto y para la conducta con disciplina fiscal. Hemos tenido un incremento en el gasto y una baja en los ingresos que nos lleva a un déficit en relación al PIN del orden del 3%. Es una cifra en que la que hay que poner cuidado”, advirtió Zaldívar.
Sobre la inminente discusión en torno a cuánto debiera subir salario mínimo, el senador señaló que “aquí no porque haya elecciones debe romperse la disciplina fiscal”.
Sobre este punto, el vicepresidente de la CUT Nolberto Díaz dijo que será “difícil construir acuerdos con un ministro que no dio garantías para llevar adelante la reforma laboral”.
Por su parte, el investigador de Fundación Sol, Gonzalo Durán, dijo que la discusión invita a debatir sobre el valor de la fuerza de trabajo en un país donde siete de cada diez trabajadores ganan menos de 450 mil pesos. A su juicio, esto se debe a que en Chile los salarios se fijan de manera unilateral por las empresas.
“El ministro de Hacienda actúa como los ministros de turno que siempre han estado como voceros del empresariado. En la discusión del salario mínimo el empresariado no participa públicamente en las consultas, pero el ministro es prácticamente su vocero. Siempre se ha dicho que no es el momento. No lo fue cuando el país creció al 6% en el 2012 ni tampoco lo es ahora cuando el país está creciendo al 1,5%. Siempre hay un argumento para no subir el salario mínimo. El Estado tiene plata lo que pasa es que no está dispuesto a utilizarla en políticas sociales”, afirmó el economista.
Respecto del déficit fiscal, Durán aseguró que incluso a través del aumento del salario mínimo se puede reactivar la demanda para mover el consumo y mejorar las economías. “Chile es un caso ejemplar en esto, sin embargo las autoridades de turno no utilizan esta herramienta”, puntualizó el investigador.