Nota de prensa publicada en Sputnik el 1 de septiembre 2023
El plan de Gobierno del candidato presidencial Javier Milei busca dar un giro al sistema educativo e impulsar un sistema de 'vouchers' ya empleado a nivel regional. En un diálogo con Sputnik, analistas y beneficiarios evaluaron la aplicación del sistema educativo en Chile.
El candidato presidencial Javier Milei, quien apuesta a ganar las elecciones presidenciales de octubre en Argentina, tiene entre los ejes centrales de su propuesta de Gobierno una revisión del sistema educativo y busca aplicar vouchers a los estudiantes, para financiar así la demanda en lugar de la oferta, siguiendo una lógica de mercado.
Este sistema se aplica en Chile desde hace décadas. El Estado le entrega un voucher tanto a las escuelas públicas y privadas subvencionadas —instituciones mixtas— por cada estudiante que integre su matrícula. De esta forma, los padres pueden elegir la institución que quieren para sus hijos y el Estado otorga los fondos a las instituciones en función de la cantidad de estudiantes.
Para los defensores de este sistema, la calidad de la educación mejoraría porque los centros educativos deberían competir para atraer mayor cantidad de estudiantes, y, por lo tanto, mayores ingresos.
Catherine Escobar, residente de la comuna de Peñalolén en la ciudad de Santiago, tiene dos hijas, una de 17 y otra de 8 años de edad. Ambas son beneficiarias de los vouchers que entrega el Estado a través de los municipios.
Su hija de 8 años de edad concurre al colegio Miravalles de su comuna, un centro privado subvencionado. La mayor asiste a otra institución subvencionada y cursa tercero de enseñanza media, el penúltimo año de bachillerato.
Escobar se basó en la cercanía de los colegios y en las buenas recomendaciones a la hora de inscribir a sus hijas. A su vez, prefirió esta opción antes que el centro público tras considerar que los docentes faltan menos y los estudiantes no resultan afectados por los paros.
"Tengo buenas referencias del colegio; otros familiares también van desde chiquititos, desde el párvulo hasta que salen de octavos (escuela primaria) y no han tenido ningún problema", aseguró Escobar en un diálogo con Sputnik.
La apoderada —como se denomina a los responsables de los estudiantes en el sistema— remarcó que existe el programa SAE (Sistema de Admisión Escolar) que permite conocer las características del colegio al que se desea postular. Los padres postulan a sus hijos a las instituciones de su interés y los centros tienen la obligación de aceptarlos de haber vacantes disponibles. Sin embargo, esto no siempre fue así.
"Antes de este programa nosotros postulamos a los colegios particulares subvencionados y ahí te hacían una prueba para ingresar, entonces el colegio decidía quién ingresaba y quién no", explicó.
En la actualidad ya no se permite que el colegio rechace estudiantes aludiendo motivos de "baja capacidad cognitiva" o educativa", señaló Escobar, explicando que ahora "hay otro voucher para cubrir las necesidades de otros profesionales". Se refiere al Programa de Integración Escolar (PIE) que contempla el acompañamiento de profesionales especializados en educación diferencial y profesionales de distintas áreas como psicología, fonoaudiología y psicopedagogía, entre otras.
"Ahí asiste mi hija porque tiene problemas de modulación en el habla", dijo Escobar. Esas dificultades hacen que, a la hora de escoger un colegio, también busque "el programa de ayuda".
Para la madre de dos hijas, la normativa más inclusiva en el sistema educativo chileno fue un diferencial. De otra forma, "tendría que haber buscado algo particular" y aun así "no todos los colegios tienen el programa", aclaró.
"Quienes estudian con este mecanismo de vouchers pueden asistir tanto a planteles privados como a planteles públicos, por lo tanto, de cierta forma es un mecanismo que genera el crecimiento y la expansión de la matrícula privada con recursos públicos", dijo a Sputnik el sociólogo e investigador de la fundación Sol de Chile Benjamín Sáez.
"En 1981 el 80% de la matrícula educativa correspondía al sector público, el 12% a estos privados con financiamiento público y el otro 8% eran privados, colegios que pagaba la familia de muy alto ingreso", explicó el experto en educación. Sin embargo, ese pequeño grupo del 12% creció hasta abarcar, en la actualidad, al 92% de la matrícula total, apuntó.
Aun así, Valenzuela consideró que las reformas hacia un sistema más inclusivo no hicieron que los resultados sean más esperanzadores.