Por Marco Kremerman y Gonzalo Durán, investigadores Fundación SOL
La OCDE en su reporte 2012 acaba de recomendar a Chile lo que los estudiantes exigieron durante las manifestaciones del año pasado: una profunda revisión del sistema tributario para financiar un mayor gasto público. Ese es uno de los puntos que abordan en esta columna los economistas de la “Fundación Sol” Gonzalo Durán y Marco Kremerman. Recogiendo las críticas hechas al sistema impositivo por Ramón López y Eugenio Figueroa, en CIPER, nos recuerdan que “nuestro sistema tributario no es una obra del azar, sino una planificación pensada científicamente en la dictadura para favorecer a la elite y administrada en los gobiernos de la Concertación con muy pocas variaciones”.
La actual discusión sobre una Reforma Tributaria, forzada por y gracias a las movilizaciones estudiantiles del 2011, permitió notar la escasa producción académica en Chile durante los últimos 15 años, en relación al tema impositivo.
Hasta hace un par de años, cuando a alguien quería hablar sobre los impuestos, el documento de referencia seguía siendo la investigación de Engel, Galetovic y Raddatz: “Reforma Tributaria y Distribución del Ingreso en Chile”, publicada en 1998.
Recién el 2011, se han conocido los aportes de M. Jorratt y J. Cantallopts: “Equidad Tributaria en Chile. Un Nuevo Modelo para Evaluar Alternativas de Reforma” y “La tributación directa en Chile: equidad y desafíos”, que datan de 2007 y 2009 respectivamente y que cuestionan de manera contundente el sistema tributario chileno.
Al parecer Chile no estaba poniendo los incentivos necesarios para que la academia investigara sobre los impuestos en Chile, y lo poco que se había hecho entre 1998 y 2011 estaba siendo subutilizado.
Por ello, resulta muy importante la contribución hecha por los profesores de la Universidad de Chile Ramón López y Eugenio Figueroa, quienes, a través de sus recientes estudios, nos hacen preguntarnos ¿Por qué es necesaria una reforma tributaria en Chile? y cómo hacer que los ricos paguen más impuestos. Las principales conclusiones de estos académicos se esbozan en dos columnas anteriormente publicadas en Ciper Chile.
Compartimos absolutamente su diagnóstico acerca de que el sistema tributario chileno tiene tres grandes fallas: es inequitativo, ineficiente e insuficiente. Además, tal como López y Figueroa mencionan, existe un sesgo dramáticamente favorable hacia los súper ricos en detrimento del resto de la población, lo cual explica gran parte de los “vergonzosos” niveles de concentración de la riqueza y el ingreso que se observa en Chile, y que ha sido reconocido explícitamente por el propio presidente Sebastián Piñera.
Al respecto, queremos comentar algunos puntos que nos parecen de relevancia mayor, sobretodo en materia de equidad:
i) Un Sistema Tributario Inequitativo: Al contrario a lo que sucede en los países desarrollados, nuestro país no mejora sus indicadores en desigualdad una vez que se aplican los impuestos y las transferencias. Ciertamente, la llamada redistribución de ingresos inducida por impuestos, es reconocida por ser de “alta efectividad”. En efecto, cuando los países OECD tenían mismo PIB per cápita que Chile, ellos lograban reducir su desigualdad en prácticamente la mitad (por la vía de impuestos y transferencia).

