La Coordinadora No + AFP convocó nuevamente a una marcha para exigir cambios de fondo en el sistema de pensiones. Desde la Fundación Sol analizaron la reforma propuesta del Ejecutivo y afirman que su impacto sería "acotado".
Publicado por El Desconcierto
El año clave para la segunda administración de Sebastián Piñera ya comenzó y promete poner en juego parte importante del legado que pretende heredar el presidente. El corazón del programa que llevó al gobierno a Piñera será puesto a prueba en el Congreso, a través de reformas económicas y sociales relevantes. Una de ellas es la del sistema de pensiones, tema que ha generado debate en nuestro país en los últimos años.
Precisamente, en el marco de esa discusión, este domingo se realiza una nueva jornada de manifestación a nivel nacional por parte de la Coordinadora No + AFP, que busca poner de manifiesto el descontento de la población ante las bajas pensiones que se entregan.
El vocero de la coordinadora, Luis Mesina, analizó el escenario en el que se dará el debate por la reforma de pensiones y aseguró que los movimientos sociales deben tomar la responsabilidad ante un escenario de nula voluntad política para realizar cambios en esta materia.
"Vamos a presionar fuertemente a los congresistas que están en la Cámara de Diputados”, dice Mesina. “No vamos a permitir que terminen aprobando la idea de legislar”.
El dirigente también habló de las propuestas que hizo el gobierno de Piñera y afirmó que “lo más grave es que, en el mejor de los casos, los actuales pensionados, que somos 1 millón 800 mil personas, siempre y cuando pertenezcan al 60% más pobre, los hombres van a poder aspirar a una mejoría de $22 mil, cumpliendo con algunos requisitos. Y las mujeres, que es el discurso grandilocuente del gobierno, en el mejor de los casos van a aspirar a un mejoramiento de las pensiones de 27 mil pesos. Según datos que hemos estado trabajando, solo el 1,7% de las mujeres se va a ver beneficiadas”.
El impacto de la reforma sería “acotado”
Hace pocos días también se dio a conocer el análisis que hizo la Fundación Sol sobre la reforma de pensiones, la cual, según su visión, podría significar un “retroceso”.
El investigador de la Fundación SOL, Recaredo Gálvez, comentó el informe, que fue realizado por Marco Kremerman y Valentina Doniez, y sostuvo que el impacto de la reforma sería “acotado”.
“Estamos en un momento que es realmente complejo en materia de las pensiones que se están pagando”, dice Gálvez. “Eso hace que uno pueda plantear que, una reforma que en estos momentos no resuelve los verdaderos problemas, que son principalmente problemas de suficiencia del monto de las pensiones pagadas, sea una reforma que va a significar que estamos perdiendo la oportunidad de resolver el problema presente y futuro”, afirma.
“Hay que tener en cuenta que cuando uno habla de los montos de pensión, es porque principalmente se está observando que hoy en día hay personas, que luego de haber cotizado alrededor de 30 años, e incluso un poco menos de 35 años, están recibiendo montos de pensión que son inferiores al salario mínimo”, agrega.
Según el investigador, para hacerse una idea de la situación en la que se encuentran los pensionados hay que mirar los montos de las pensiones de las personas que jubilaron en enero de este año.
“Estamos hablando de alrededor de 11 mil personas que jubilaron en enero de 2019 y que por primera vez recibieron una pensión. La mitad de esas personas recibió menos de 48 mil pesos. Eso muestra lo complejo que es el panorama, porque esa es la pensión autofinanciada, es el resultado del ahorro de sus cuentas individuales. Esto está demostrando ser insuficiente y está exigiendo que sea el Estado el que tenga que subsidiar todavía más las pensiones de las personas. Entonces, si no se avanza hoy día, es un retroceso para estas personas y para los que se van a jubilar”, recalca.
Además, Gálvez afirma que la discusión sobre las pensiones podría “enterrarse” en el aumento del porcentaje de la tasa de cotización a cargo del empleador, lo cual no atendería al problema de fondo que es que las pensiones dependen de la rentabilidad de los fondos, la cual ha ido bajando desde las décadas iniciales del modelo. Según explica, en un primer momento la rentabilidad era de 10% y ahora está en 4%.
Según su visión, la discusión de la reforma debería ser más amplia y tendría que estar enfocada en cómo tener un sistema de seguridad social integral: “lo importante es que la discusión se centre en cómo resolvemos el problema que tenemos como país desde hace ya casi cuatro décadas, que es no tener un sistema de seguridad social”.
Por su parte, Mesina asegura que también hay reformas que se podrían realizar en el corto plazo y que tendrían un impacto mayor que las que propone el Ejecutivo.
“Estamos pensando que en un plazo de 5 años avance a una pensión universal equivalente al salario mínimo. Eso es posible ahora y es una propuesta viable y sustentable, pero aquí no hay voluntad política, por eso tenemos que asumir la responsabilidad desde los movimientos sociales”, plantea el dirigente.