Publicado por Agencia EFE el 3 de febrero, 2020
Contra todo pronóstico y desafiando a las previsiones más agoreras, la economía chilena creció un 1,1 % el pasado diciembre en relación al mismo periodo de 2018 y tras dos meses de intensas caídas debido al grave estallido social que vive el país suramericano.
El Banco Central publicó este lunes el Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec) de diciembre, que supone un incremento del 0,6 % en doce meses y del 3,5 % con respecto a noviembre. En octubre, mes en el que estalló la crisis, la actividad se desplomó un 3,3 %.
El crecimiento de diciembre, impulsado sobre todo por la minería, se sitúa muy por encima de lo que pronosticaba el mercado, que preveía una caída del 1 % para ese mes.
"Vemos que la economía comienza a recuperar parte de lo perdido tras el 18-O (día que comenzaron las protestas). Cuando hay paz, las empresas pueden operar y la economía retoma el crecimiento", dijo en Twitter el ministro de Economía, Lucas Palacios.
El subsecretario de Hacienda, Francisco Moreno Guzmán, agregó por su parte en la misma red social que "diciembre fue un mes con menores hechos de violencia", lo que permitió que "miles de mipymes volvieran a abrir sus puertas", y aseguró que la cifra conocida este lunes "revela que nuestra economía es especialmente resiliente".
ESTRAGOS EN EL PIB
Chile vive desde hace más de tres meses la crisis más grave desde el fin de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-190), que ya se ha cobrado la vida de al menos una treintena de personas y ha provocado más de 3.000 heridos.
Lo que empezó siendo un llamamiento de los estudiantes a colarse en el metro de Santiago para protestar contra el aumento de la tarifa se convirtió en una revuelta por un modelo económico más justo, que ha dejado también episodios de violencia extrema con saqueos, incendios, barricadas y destrucción de mobiliario público.
Pese a la buena cifra de diciembre, las protestas han hecho mella en la economía chilena, especialmente en el comercio y en el turismo, hasta el punto de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) corrigió recientemente a la baja las previsiones de crecimiento para 2020, que pasaron del 3 % al 0,9 %.
Aunque el Banco Central publicará en marzo los datos oficiales, el Imacec de diciembre permite anticipar el cálculo del producto interior bruto (PIB) de 2019, que se estima en un 1,2 %, lejos del 2,5 % pronosticado antes de la crisis y del 4 % registrado en 2018.
El 2019 será por tanto el de peor desempeño económico en una década, cuando el país se vio afectado por la Gran Recesión.
"Bajo las actuales condiciones en las que se encuentra el país y teniendo en cuenta que no ha habido una respuesta política a la crisis y que parece que las manifestaciones se van a revitalizar en marzo (tras el verano austral), es bastante difícil creer que la tendencia económica de diciembre pueda continuar", apuntó a Efe Recaredo Gálvez, investigador de la Fundación SOL.
INCERTIDUMBRE EN EL PEQUEÑO COMERCIO
El crecimiento de diciembre fue recibido con bastante incertidumbre por los pequeños comercios del centro de la capital, los más afectados por la crisis, al situarse cerca del epicentro de las manifestaciones.
Para José Briones, de 58 años y dueño de una tienda de informática a pocos metros de La Moneda, sede del Ejecutivo chileno, "diciembre siempre va a ser un buen mes por una razón bien sencilla: la gente empieza a comprar 'cachureo' (objetos) para regalar en Navidad, es un aumento estacional, nada más".
"Marzo se viene difícil, se viene muy complicado porque el estallido va a continuar de todas maneras", agregó por su parte Sara Canales, propietaria de una pequeña óptica en la misma calle.
Donde sí se recibió muy bien la noticia fue en el mercado cambiario, donde el dólar cerró por debajo de la barrera de los 800 pesos chilenos, retrocediendo más de 14 pesos, la mayor caída diaria desde el pasado diciembre, según los medios especializados.