Publicado por Radio Universidad de Chile el 06 de septiembre de 2017.
La ministra del Trabajo, Alejandra Krauss, presentó un documento en el que se negó a incorporar medidas propuestas por la Coordinadora No+AFP por considerarla de un excesivo gasto fiscal. Mientras, economistas y expertos descartaron esta visión, asegurando que la propuesta es sostenible y enfrenta el tema del envejecimiento de la población.
“Los cambios demográficos proyectados para Chile complejizan la puesta en marcha de un sistema de reparto como el propuesto por la Coordinadora sin proyectar cambios importantes en la tasa de cotización en el mediano y largo plazo”. Con estas palabras la ministra de Trabajo, Alejandra Krasuss, le cerraba la puerta a las sugerencias de reformas que No+AFP había hecho para el nuevo sistema de pensiones.
Según la secretaria de Estado, las propuestas significarían mayores cargas financieras para las generaciones venideras y un significativo aumento del gasto fiscal.
A diferencia de la iniciativa del Ejecutivo, la Coordinadora No+AFP ha propuesto un sistema de reparto solidario y con financiamiento tripartito (Estado, empresas, trabajadores). El documento sugiere la idea de aumentar el aporte de los empresarios al 9% de aquí a 2024, fecha en la cual el aporte del trabajador también llegaría al 9%, completando un 18% de cotización.
Respecto del aumento del gasto fiscal, desde No+AFP han insistido en que su propuesta conllevaría un aumento paulatino del mismo, y recién a fines del siglo XXI bordearía el 9% del PIB, cuando la mayoría de los países de la OCDE superará el 10%. Así lo afirma Recaredo Gálvez, investigador de la Fundación SOL, responsable del apoyo técnico en la estructuración de la propuesta de la Coordinadora.
Gálvez acusó a la ministra de estar desinformada y reafirmó la idea de que el gasto estatal, que hoy día alcanza casi el 5% del PIB, se vería disminuido en su primera etapa de implementación: “para el año 2017 el gasto sería de un 3,07% del PIB. Ahí notas que es un gasto más bajo. Esto se da debido al importante efecto que tendría la posibilidad de cambiar el esquema de cuentas individuales por un sistema de contribuciones basado en trabajadores, empleadores y el Estado, es decir, cambiar el aporte de ahorro individual por un aporte tripartito es algo que genera una fuerte disminución de la carga estatal en materia de pensiones, porque inicialmente el Estado no tendría que estar gastando en aporte para el Pilar Solidario”.
Sobre la afirmación de Krauss de que la propuesta de No+AFP no contempla los cambios demográficos proyectados desde los defensores de la idea también se defienden.
Claudia Sanhueza, economista y ex miembro de la Comisión Bravo , señaló que la declaración de la titular de Trabajo no se condice con la realidad: “Eso es absolutamente falso. La ministra parece que no ha leído el documento técnico. Justamente lo que se hizo fue velar por que se estimara con los peores supuestos posibles, los más conservadores, y con los correctos supuestos de envejecimiento de la población, la sostenibilidad financiera del sistema. Para cumplir con eso la propuesta combina reparto con ahorro colectivo. De esa manera la hace sostenible y enfrenta el tema del envejecimiento de la población que es muy importante. Si no tuviera esa reserva técnica de 3% del PIB, no se sustenta, pero la tiene. Por eso combina las fuentes de financiamiento”.
La ministra Krauss dijo valorar que la propuesta fije la solidaridad como componente central del sistema, así como también resaltó la necesidad de cerrar las brechas en materia de género, pero esto parece no ser suficiente para convencer al gobierno de implementar una reforma con un mayor foco en el sistema de reparto.