Publicada en Diario Uchile el 1 de septiembre de 2020
El investigador de Fundación SOL, Benjamín Saez, se refirió al reajuste salarial propuesto por el Ejecutivo basado solo en la variación del IPC, lo que se traduce en un alza de 1.500 pesos. "Se ha perdido de vista que el objetivo de esta política es poder garantizar un ingreso que asegure una calidad de vida mínima que permita la subsistencia", sostuvo.
Por Camilo Villa J.
Fue una sorpresa para muchos. El Gobierno, de forma inédita, presentó un reajuste de cero por ciento para el salario mínimo establecido en Chile. Si consideramos que, entre marzo y agosto, el IPC subió un 0,4 por ciento, el sueldo base aumentará en 1.500 pesos, es decir, el Ejecutivo pretende fijarlo en 322 mil pesos.
Y si bien desde la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) plateaban un sueldo mínimo de 400 mil pesos, el Ministerio de Hacienda no cedió, argumentando la crisis económica que se vive en el país producto de la pandemia.
El ministro de Hacienda, Ignacio Briones, afirmó que el poder adquisitivo de quienes ganan esta cifra se mantendrá, queriendo contrarrestar las críticas. Sin embargo, para muchos políticos y expertos esta razón no es suficiente, pues el sueldo mínimo en Chile no llega siquiera a la línea de la pobreza.
En conversación con Radio y Diario Universidad de Chile, el investigador de Fundación Sol, Benjamín Sáez, rechazó la propuesta del Ejecutivo sosteniendo que tal cifra no alcanza para cubrir las necesidades mínimas, lo que se agrava tomando en cuenta que es el propio Estado el que ha fijado la línea de la pobreza en el país.
“La persona que recibirá este salario mínimo reajustado que propone el Gobierno, de 322 mil pesos, sería una persona que no alcanza a cubrir un nivel de vida mínimo, lo que se agrava cuando es el mismo Estado es que está definiendo ese nivel, es decir, cuando el Estado define la línea de la pobreza, es el mismo aparataje el que define un estándar mínimo y, por lo tanto, cuando se fija el salario mínimo, se ha perdido de vista que, justamente, el objetivo de esta política es poder garantizar un ingreso que asegure una calidad de vida mínima que permita la subsistencia”.
El experto en temas laborales afirmó que no incrementar el salario mínimo no ayuda a superar la actual crisis económica, pues una reactivación requiere necesariamente poder adquisitivo de la ciudadanía.
“Los salarios juegan un rol importante en la reactivación, es decir, si se tiene a una población que no tiene capacidad adquisitiva, que mantiene salarios que no alcanzan para vivir en Chile, entonces la recuperación será algo muy dificultoso y, es en este sentido, que la política del salario mínimo podría servir en este contexto de reactivación”.