"Estamos a la deriva al tener privatizado nuestro sistema de pensiones (...) urge tener un sistema de seguridad social", sostiene Marco Kremerman.
Publicado por El Ciudadano el 19 de marzo, 2020
La propagación del Coronavirus ha repercutido en la economía, con una caída histórica en las principales bolsas a nivel mundial. Esta baja, que ha afectado de igual manera a Chile, tiene efectos negativos en los multifondos de las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP).
Mientras el dólar volvió a dispararse y se cotiza en $877,50, el S&P Índice de Precios Selectivo de Acciones (IPSA) perdió un 12% de su valor este miércoles. Esta baja de 3.000 puntos se da por primera vez desde 2009 en plena crisis subprime, como informó el Diario Financiero.
Además, un informe publicado este jueves por el diario La Tercera, señala que los fondos más riesgosos han sufrido una caída. El lunes, el multifondo A registró pérdidas por 11,04% en promedio; el fondo B ha caído 8,46% y el C un 5,34%.
En contraste, los multifondos menos riesgosos han tenido pérdidas marginales o nulas respecto a la crisis financiera por la pandemia del Covid–19. El fondo D registró pérdidas de un 2,47% hasta el 16 de marzo. Sin embargo, el multifondo E se ha mantenido e incluso marcó un alza de 0,45%.
Para Marco Kremerman, economista investigador de la Fundación Sol, “marzo ha sido un mes desastroso” para los fondos de pensiones. Sin embargo, durante el año siguen teniendo una rentabilidad positiva.
En ese sentido, para el economista el tema central es la extensión de la crisis. Si la caída de los fondos se extiende hasta fines de abril, mayo o incluso junio, “vamos a tener una situación bastante complicada”, advierte Kremerman.
A su vez, indicó que dado que estamos en un problema que no solo tiene que ver con el Covid-19, sino una crisis económica financiera que se venía incubando por muchos años atrás y que “se aceleró con el Coronavirus”. Igualmente, destacó que “podemos enfrentar un panorama complejo a mediano plazo», el que “puede imposibilitar que las personas se jubilen en los próximos periodos”, según añadió.
De esta forma, Kremerman sostuvo que esto «da cuenta de porqué no hay que privatizar algo que es un derecho social”, porque tener las previsiones privatizadas es estar sujeto de los vaivenes de la economía financiera.
En esa línea, planteó que el sistema de reparto -a diferencia del chileno, que es de capitalización individual- tiene las reglas claras en términos de beneficios definidos. Esto es, que “dependen de los años cotizados y no de si la economía tiene problemas financieros o no». “Como lamentablemente en Chile eso no tenemos, se pueden observar eventos muy difíciles para los adultos mayores”, apuntó.
Cambio de sistema previsional
Respecto al cambio del sistema de AFP, el investigador recalcó que “va a ser urgente”. Señaló que independiente a que el Gobierno y ciertos grupos económicos van a seguir respaldando el modelo, “las razones para defenderlo se van cayendo”. En ese sentido, apuntó a que “ya tenemos una razón concreta que excede a la crisis y a la contingencia”, las bajas pensiones.
Igualmente, aclaró que hoy la mitad de las pensiones de vejez, incluyendo el aporte y el subsidio del Estado, “están por debajo de los 200 mil y eso no es sostenible”.
En ese sentido, comparó la situación socio-política actual con el escenario que se vivía en 2008 y 2009, donde hubo caídas de fondos, sobre todo el A y B, y hubo cierta reacción, pero -dijo- ahí «no había la suficiente información en la ciudadanía, ni la suficiente coordinación que ha impulsado la coordinadora No + AFP”.
El economista continuó señalando que en este tiempo sin duda la reacción de la ciudadanía será otra, «va a obligar a la clase política a realizar algún tipo de cambio”. De igual manera, indicó que la transformación no va a quedar acotada a “una cotización adicional de cuantos puntitos van a reparto”, que es lo que lo que hoy propone el Gobierno. Además, destacó que dicha propuesta “fue impulsada por el 18 de octubre, porque antes era cero reparto y ahora hay 3 puntos”.
Recomendaciones frente a las pérdidas
Al ser consultado por alguna recomendación frente a las pérdidas, el economista advirtió que es muy difícil lo que se enfrenta en esos términos. Más bien, las soluciones “deberían venir por la seguridad social”, sostuvo.
Por ejemplo, el caso de Jorge Rene (60) que envió una denuncia a El Ciudadano, mostrando la comparación de su saldo de enero y marzo. Esta muestra cómo perdió cerca de un millón y medio de pesos. Kremerman señaló que, en estricto rigor, no es que perdió un millón y medio, sino que temporalmente perdió esa cantidad. Esto porque efectivamente si se recuperan estos fondos en un futuro, la rentabilidad del año o de seis meses puede ser positiva.
No obstante, afirmó que “más allá de ese detalle técnico, no puede depender un adulto mayor de la volatilidad del mercados financieros”. También remarcó que se puede esperar, en términos generales, que las personas se refugien en los fondos que son menos riesgosos (D y E).
De esta forma, precisó que el problema es que son una serie de decisiones para poder manejar de mejor forma los ahorros. Destacó que “Chile lamentablemente lo ha resuelto con otro tipo de negocios, como Felices y Forrados”, que es una consultora que orienta a la gente cuando les pagan una cuota mensual.
Para el economista, “no puede ser que la seguridad social sea objeto de un sistema que no es de seguridad social”. De igual forma, evidenció que las personas tengan que recurrir a otro negocio para saber qué les conviene al momento de administrar sus fondos, “es lo que tenemos que erradicar”.
Es ese sentido, mencionó que “si bien pueden haber consejos parches para este corto plazo, vamos a volver a repetir los mismos errores que periodos anteriores”. Agregó que se tiene que apuntar a una solución estructural, porque a algunas personas les va a convenir estar un tiempo en un fondo u otro. Por esto -dijo- “hay miles de situaciones inciertas, que hace bastante inapropiado generar recomendaciones seguras a los ciudadanos”.
¿Qué medidas puede adoptar el Gobierno?
El economista e investigador de la Fundación Sol plantea que “en estos momento (el Gobierno) no tiene una herramienta institucional para tomar medidas”. Lo que es requerido, según Kremerman, son “leyes superiores”. Por ejemplo, dijo que algo positivo que se puede rescatar de un estado de catástrofe con excepción constitucional es que el Gobierno podría determinar ciertas regularizaciones que “obliguen a las AFP, si es que es posible, a compensar a los afiliados y jubilados por la caída en la rentabilidad”.
En ese sentido, finalizó apuntando que debiese existir un seguro temporal, por si hay una pérdida de dinero en el mediano plazo, para tener algún tipo de compensación. Por último, determinó que «en general, estamos a la deriva al tener privatizado nuestro sistema de pensiones”. Para el profesional, lo que se desnuda con esta crisis es que «urge tener un sistema de seguridad social”.