Publicado en El Ciudadano el 01 de agosto de 2017.
Un nuevo estudio de Fundación SOL llamado “Pobreza y fragilidad del modelo” busca dar una lectura más integral a los datos que entrega la Encuesta de caracterización socioeconómica (CASEN), indagando sobre cuál es la magnitud de la pobreza al no considerar subsidios ni transferencias estatales, y cómo afecta en su cálculo la inclusión del llamado “alquiler imputado”, además de otros factores.
“Es de vital importancia develar los resultados de la pobreza en su estado más natural, es decir, aquella que genera el mercado. Si se busca evaluar qué tan efectivos son los salarios en Chile para superar la pobreza, el indicador más adecuado parece ser el que se expone en este estudio, es decir, la pobreza medida con ingresos autónomos”, señala Marco Kremerman, investigador de Fundación SOL y uno de los autores del estudio.
De acuerdo a los datos presentados, si bien la pobreza oficial en Chile alcanza a un 11,7% de la población, cuando se extraen los subsidios y transferencias que entrega el Estado, esta sube a 15,8%. Adicionalmente, si tampoco se considerara el “alquiler imputado”, la pobreza ascendería a 26,9% (ver gráfico), vale decir, si sólo se miden los resultados que produce el mercado y el ingreso disponible que tienen las familias, prácticamente 3 de cada 10 chilenos/as no cuenta con los ingresos autónomos suficientes para superar la línea de la pobreza.
La metodología oficial de la Encuesta CASEN utiliza en la medición la figura del “alquiler imputado”, a través del cual, a una familia que es dueña de una vivienda (podría estar pagando el dividendo) u ocupa una a título de cesión de parte de familiares, por trabajo, o en usufructo, se le imputa como ingreso del hogar el equivalente al costo que tiene un arriendo en el sector o manzana donde habita.
“Esto significa que al monto de sus ingresos se suma el valor del “arriendo” que están dejando de pagar. Por ejemplo, un hogar de 4 personas que genera ingresos mensuales por $150.000 y al cual se le imputa un alquiler de $300.000, dado que este es el valor promedio de la vivienda en la zona donde habitan, no estaría en situación de pobreza ya que se le calcula un ingreso de $450.000”, señala Gonzalo Durán, investigador de Fundación SOL y autor del estudio; y agrega “a modo de referencia, en el caso de la pobreza informada (el 11,7%), se registran 1.368.566 (de un total de 2.046.404) personas en situación de pobreza con algún tipo de alquiler imputado”.
“El caso de los adultos mayores es particularmente crítico ya que –como se explicó- la pobreza por ingresos autónomos aumenta casi 5 veces, superando el 30%”, señala Kremerman.
“Este debate que es técnico y por sobre todo político, es prácticamente inexistente y termina por afectar a millones de personas que percibiendo salarios al límite son considerados fuera de la pobreza. Si bien en los últimos años se ha actualizado la metodología para calcular la pobreza por ingresos e incorporado la pobreza multidimensional, no ha existido un debate de fondo en relación a las cifras aquí divulgadas”, finaliza Durán.