Nota publicada en Radio Universidad de Chile el 29 de agosto de 2018
En conversación con Radio y Diario Universidad de Chile el investigador de la Fundación Sol, Benjamín Sáez, explicó lo ocurrido este martes en el Congreso Nacional donde parlamentarios de oposición rechazaron el veto presidencial que insistía en la plurianualidad, factor que implicaría volver a discutir un reajuste salarial recién en 2021.
Sáez precisó que forzar un acuerdo mediante una herramienta legislativa exclusiva del Presidente, da evidencias de que existe una notable influencia de los grandes gremios empresariales para congelar el sueldo que reciben más de un millón de trabajadores en Chile.
“Apostar para que el reajuste se vuelva a discutir en dos o tres años más, es amarrar la posibilidad de que este salario se pueda estancar, a pesar de que las compañías puedan crecer mucho más. Es una estrategia de negociación para congelar dicha remuneración. Además, se reflejan bastante las técnicas empresariales de negociación que es poner el trabajo contra la pared hasta el último minuto, lo que genera finalmente una institucionalidad que es tremendamente pro rico”, afirmó.
Asimismo, el investigador de la Fundación Sol, criticó el tono de la discusión parlamentaria en general sobre la remuneración base.
Precisó que esta se centra en pesos más, pesos menos, pero que no va en la profundidad que se requiere, de largo plazo, de cómo un salario podría garantizar una buena calidad de vida y dar la posibilidad de salir de la pobreza a las familias, sin necesidad de recurrir al sobre endeudamiento.
“Hay que ir más allá del actual debate cortoplacista, si el alza es de un dos o un tres por ciento, hay que discutir cuál es el punto de partida, si el salario mínimo es o no una suma acorde a las características de la economía, el costo de la vida en Chile, y nosotros vemos que tiene un desfase importante. Incluso si el salario fuera de 150 mil pesos, como nos tiene acostumbrado este ambiente, seguiríamos discutiendo si subirlo en un dos o un tres, pero no si en realidad este sueldo que tenemos hoy es suficiente para la subsistencia de las personas y su grupo familiar”, subrayó.
Sobre el futuro de la discusión, Benjamín Sáez, indicó que el Ejecutivo, lo más probable es que insista en un nuevo proyecto de ley.
Sin embargo, argumentó, que el debate incluirá el tema de la modificación tributaria, donde en ambos casos, precisó, está en juego el aumentar las tasas de ganancia de las grandes empresas, congelando el reajuste del salario mínimo y, por otro lado, que los más poderosos dejen de pagar impuestos.
“Si la productividad va a ser entendida como mantener un bajo salario mínimo, seguir lucrando con la seguridad social de las personas, con dejar que las grandes empresas no tributen sus ganancias, generan un panorama donde la institucionalidad en su conjunto está exclusivamente beneficiando a este sector de la población”, argumentó.
El investigador Benjamín Sáez recalcó sobre el atraso salarial en el país, comparado con naciones que tienen similar PIB, y más allá de los indicadores que se han utilizado como sinónimo de éxito del modelo.