Publicado en The Clinic el 15 de agosto de 2015. “Los verdaderos sueldos de Chile” es el resultado de una investigación de Fundación Sol sobre el nivel de ingresos de los chilenos y chilenas en el último año. El estudio, a cargo de los economistas de la Universidad Católica, Marco Kremerman y Gonzalo Durán, exhibe los bajos sueldos que reciben la mayoría de los asalariados en Chile. La mitad de los trabajadores no supera los 350 mil pesos líquidos mensuales, por lo tanto, deben recurrir al endeudamiento para llegar a fin de mes. La Fundación Sol realizó un nuevo estudio sobre la realidad salarial de los trabajadores chilenos. Los datos arrojan que Chile vive un “considerable atraso salarial y un bajo valor de la fuerza de trabajo”. Esto último se traduce en que un 50 % de los trabajadores chilenos gana menos de 350 mil pesos mensuales y 7 de cada 10 trabajadores menos de 500 mil pesos líquidos, a eso se suman altos niveles de endeudamiento y morosidad que se deben asumir para llegar a fin de mes. El estudio, elaborado por los investigadores de Fundación Sol, Marco Kremerman y Gonzalo Durán, se basa en la Nueva Encuesta de Ingresos Complementarios (NESI) 2016. El análisis de los datos incluye la distribución general de ingresos, la brecha de género, la variable geográfica y las distintas categorías de trabajo. Al respecto, el economista de la Universidad Católica Marco Kremerman explica que el dato más significativo del estudio, llamado “Los verdaderos sueldos de Chile” es que “la mitad de los trabajadores recibe un salario líquido inferior a 350 mil pesos. Ese es un dato muy decidor e implica que el ingreso promedio, -situado en $517 mil pesos-, no nos sirve como un referente de lo que enfrenta la mayoría de los chilenos. Entre hombres y mujeres, para ellas la situación es aún más grave: la mitad de las mujeres recibe un salario inferior a 300 mil pesos”. Cuánto ganan los chilenos y chilenas Estos son las cifras más relevantes que arroja el estudio “Los verdaderos sueldos de Chile”:

• 50 % de los trabajadores chilenos gana menos de $350.000 y 7 de cada 10 trabajadores menos de $500.000 líquidos.
• Sólo el 14,7 % gana más de $800.000 líquidos.
• 84,5 % de las mujeres que tienen un trabajo remunerado gana menos de $650.000 líquidos.
• En las regiones de Arica y Parinacota, del Libertador, Maule, Bíobío y La Araucanía, el 70 % de los trabajadores gana menos de $450.000 líquidos.
• En las ramas de actividad económica del Comercio, Agricultura, Suministro de Agua, Actividades de Alojamiento, Construcción e Industrias, el 70 % de los trabajadores no supera los $500.000 líquidos.
• Al analizar los datos según categoría ocupacional, se concluye que, en el promedio, las personas que trabajan en el sector público ganan un 14 % más que aquellos que trabajan en grandes empresas del sector privado.
• Los trabajadores asalariados contratados por grandes empresas (aquellas que tienen más de 200 trabajadores) registran salarios más altos, no obstante, de ellos el 50 % (mediana) gana menos de $452.000 líquidos.
• Sólo 16,9 % de trabajadores que tienen jornada completa gana más de $800.000 líquidos.
• En noviembre de 2016, la línea de la pobreza por ingresos en Chile para un hogar promedio de 4 personas, es de $410.684. Si se considera sólo a los asalariados del sector privado que trabajan jornada completa, el 50 % gana menos de $399.790, esto quiere decir que ni siquiera podrían sacar a su grupo familiar de la pobreza.
• En Chile, se registran cerca de 700 mil subempleados y el 50 % gana menos de $120.200.
• Más de 1 millón de asalariados no tienen contrato de trabajo y el 70 % gana menos de $300.501.
• En Chile existen 963.192 trabajadores asalariados externos (subcontratación y suministro). Los trabajadores directamente contratados, en promedio perciben salarios 22,6 % mayores que los externos y esa brecha supera el 60 % en sectores tales como Comercio, Minería, Administración Pública y Actividades Financieras, entre otros.
• Según los datos del XVI Informe de Deuda Personal Universidad San Sebastián – Equifax, en marzo de 2017, en Chile se registraron más de 4,3 millones de deudores morosos. El monto promedio de la morosidad es de $1.463.799. Además, el 76,1 % de los deudores morosos tiene ingresos mensuales menores a $500.000.

Las razones de los bajos sueldos Según Kremerman, los bajos salarios a nivel nacional se explican por tres razones fundamentales: primero, el escaso poder de negociación de los trabajadores; segundo, el salario mínimo es demasiado bajo con respecto al Producto Interno Bruto (PIB); y el tercer factor está relacionado con una matriz productiva de escaso valor agregado y un empresariado rentista. “Los trabajadores no tiene poder de negociación, menos del 8% negocia colectivamente, la tasa de sindicalización es inferior a 15%.  Los que negocian obtienen un reajuste real en promedio en torno al 1%. En Chile no existe la posibilidad de otros países, con ingresos similares, de negociar por rama o sector económico. Esto permite dotar de un poco más de poder a los trabajadores y generar una mayor redistribución de las utilidades, explica el economista de Fundación Sol. La reforma laboral, impulsada por la presidenta Michelle Bachelet, para emparejar la cancha en las relaciones laborales, en opinión del experto, no ayudará a aumentar los salarios ni a redistribuir utilidades. “Pese a que la reforma laboral intentó eliminar el reemplazo en huelga, en Chile todavía tenemos una huelga que prácticamente no paraliza. Las empresas pueden acudir a los servicios mínimo o las adecuaciones necesarias. En el caso de los trabajadores subcontratados, los puede reemplazar. Además, se elevan los quórum para formar sindicatos. Lo único rescatable es la extensión de beneficios, que antes era unilateral.  Lamentablemente, la reforma laboral no toca la negociación ramal, que es lo clave para redistribuir ingresos. No se mete con lo fundamental del plan laboral de José Piñera”, dice Kremerman. El segundo problema que afecta el nivel de ingreso, según los investigadores de Fundación Sol, es que en Chile el salario mínimo es muy bajo y no cumple su objetivo. “Técnicamente se puede tipificar como un minisalario mínimo, porque está por debajo del 30% del PIB por persona. Está totalmente disociado del objetivo central de una política de salario mínimo, tanto en Chile, como en cualquier parte del mundo, que es la posibilidad de satisfacer las necesidades básicas de un trabajador y su grupo familiar”, recuerda Kremerman. El tercer factor, se relaciona la matriz productiva del país, “materias primas con poco valor agregado, como el caso del cobre, o el sector servicios y comercios con muy poco valor agregado. La matriz productiva está muy orientada al rentismo, es decir, los grandes empresarios están muy enfocados en ganar mucha plata ahora y les da lo mismo lo que suceda en el mediano y en el largo plazo. Eso produce que cada vez se genera menos empleo y de poca calidad”, afirma el economista. Kremerman agrega que, en el caso del gobierno de Sebastián Piñera, “el millón de empleos creados, cerca del 70% son tercerizados, subcontratados, que se traduce en empleos precarios, además de trabajos por cuenta propia de muy baja calificación”. Por último, en cuanto a los argumentos de algunos sectores sobre la baja productividad o la baja calificación de los asalariados chilenos para explicar los bajos sueldos, el economista retruca: “Se dice que los trabajadores son pocos productivos y poco educados. Sin embargo, todos estos años han aumentado los años de escolaridad, pero eso no se condice con los niveles salariales. Lo mismo con la productividad que ha aumentado en los últimos 25 años, pero no se refleja en mayores salarios, porque los trabajadores no tiene poder para disputar los aumentos de productividad”.