La investigadora de la Fundación Sol, Valentina Doniez, señaló que la flexibilidad que se propone en el proyecto de modernización laboral impulsado por el Gobierno es “para beneficiar los intereses de las empresas”. Además, comentó que desde fundación observan “que esto es un nuevo proceso de precarización que se ve desde un punto de vista muy empresarial”.
Publicado por Radio Juan Gomez Millas, el 3 de mayo de 2019.
Este jueves el Gobierno presentó el proyecto de ley de modernización laboral para la conciliación del trabajo, la familia y la inclusión, iniciativa que dentro de sus puntos principales permitiría acordar jornadas de trabajo adaptables de manera individual, incluso en cuatro días de la semana, permitiendo así, hipotéticamente, jornadas de trabajo de 12 horas. La negociación de estas jornadas sería individualmente entre el empleador y el trabajador y podría variar según cada caso.
Acerca de este proyecto conversamos en el Noticiero Ciudadano con la investigadora de la Fundación Sol, Valentina Doniez, para esclarecer la iniciativa del Gobierno.
¿Cómo ven desde Fundación Sol este proyecto de modernización laboral ? ¿Ayudará a la flexibilidad laboral?
Primero lo que hay que saber es que tenemos solo una minuta que elaboró el departamento de comunicación y prensa del gobierno, todavía no hemos visto el proyecto en particular y su informe financiero que van a llegar después cuando se incorpore en el parlamento, pero partiendo un poco de los mensajes claves que ha querido decir el gobierno, si ellos dicen que esta reforma es para adecuarse a las necesidades de los trabajadores, lo cierto es que a nosotros nos parece que es más bien una intención de adaptarse al capital.
Es decir, la flexibilidad es más bien para beneficiar los intereses de las empresas, por qué esto tampoco desde nuestro punto de vista creemos que va incentivar ni el empleo, ni la inversión, ni el crecimiento, ni esta supuesta conciliación de vida y trabajo: primero porque ya existe muchos espacios de flexibilidad en el Código del Trabajo. De hecho, un gran problema de esa ecuación es entre las jornadas que quieren trabajar los trabajadores y las cifras que tenemos del mercado del trabajo. Por ejemplo, existen casi 800 mil personas que están subempleadas, que significa esto, que trabajan en jornadas parciales, pero que les gustaría trabajar más horas, entonces esa flexibilidad de jornada que se logró en la reforma del 2001 la verdad es que tampoco está dando los resultados que se pretendía, además hay cerca de un millón de personas que son falsos asalariados, es decir que cumplen ordenes, pero no tienen contrato de trabajo.
Estas medidas que lo que están haciendo es generar una flexibilización de las jornada a nivel individual y uno sabe que la relación de trabajo hay una desigualdad de poder de base, donde el empleador tiene muchas más condiciones para poder imponer sus intereses en esta relación. Entonces, muy pocos trabajadores van a poder realmente verse beneficiado y solo aquellos trabajadores muy de élite que tienen mucho poder de negociación, pero es ínfima esa cantidad de trabajadores y no podemos decir que esto va a beneficiar a los trabajadores que tienen menor poder negociador y por otra parte, lo que vemos es que aquí hay un problema mucho más de fondo, y que no tiene que ver con el código de trabajo, ni con la flexibilidad que se espera, sino que tiene que ver con cómo se cambia la matriz productiva de Chile para ser realmente productivo.
Viendo que está reforma lo que busca es una negociación individual ¿Qué pasaría con los sindicatos?
Lo cierto es que hay una visión obviamente de individualizar las relaciones de trabajo versus la noción colectiva, probablemente esto vaya a seguir disminuyendo el poder negociador que tienen los sindicatos y obviamente entra a contradecir lo que uno podría esperar de la necesidad de que haya normas que refuercen la negociación colectiva como principal instancia donde los trabajadores puedan ver mejoras
Creemos que esto no apunta en la dirección adecuada, no apunta en una dirección de mayor protección de derechos laborales y se plantea de la base de la utopía, desde el desconocimiento de la realidad del trabajo, donde uno podría decir que el trabajador individual puede negociar mejoras para conciliar su vida con el trabajo.
Ahora, otro punto también que forma parte del proyecto de ley es la intención de permitir que los trabajadores tengan más vida, más tiempo para su familia, para el deporte y la cultura, pero ahí hay dos cosas que decir: los bajos sueldos de Chile no permiten que los trabajadores se den esos lujos y gustos, ya sea porque tienen que pagar la instancia de cultura o de deporte, o porque sus sueldos no les alcanza y probablemente van a tener que buscar otro trabajo en estos tiempos supuestos de garantías de tiempo de descanso.
Por otra parte también es importante decir que como no hay una rebaja en la jornada máxima, lo que se hace simplemente es pasar de una lado a otro, o sea, el que no haya un límite de horas extraordinarias por día, el que se repartan las horas en periodos de cuatro días de la semana lo que va a permitir es que los trabajadores y trabajadoras tengan periodos muy intensos de trabajo donde estén sobreexplotándose y se supone que después pueden tener otros espacios de no trabajo, pero esto ¿será realmente un beneficio para los trabajadores y trabajadoras?
¿Que pasará con los sueldos ante esta iniciativa? porque por ejemplo, existen los trabajadores part time de 20 horas, que solo trabajan sábados y domingos, en donde los domingos se les remunera más por ser día festivo. Dicho esto, el empleador podrá negociar que estos trabajadores y trabajadoras laboren hipotéticamente 12 horas los sábados y solo 8 horas los domingos, quitándole así el beneficio de trabajar horas en los días festivos.
Es bueno el análisis que haces, ahí podríamos hacer muchos ejercicios, pero lo cierto es que en general nadie va poder garantizar que esto vaya a aumentar los salarios y como tú dices, si alguien pudiera hacer ese detalle, ese cálculo, le va a bajar el sueldo al trabajador, pero lo cierto es que donde está puesto el énfasis en esta reforma es justamente en el poder empresarial, entonces, van a poder ocurrir todo este tipo de cosas que tu estas reconociendo.
Respecto a los salarios, para nosotros es un tema que venimos diagnosticando hace mucho tiempo, entonces no es nuevo. Lo que vemos es que es una tendencia en Chile que muchos nos hablan de los promedios de los sueldos de los chilenos, pero hay que fijarse en que es lo que pasa en un mundo tan desigual, en un país tan desigual como Chile y es que la mayoría de las personas no logra tener ingresos suficientes para tener una vida decente y esto conectado con que todavía no hay suficiente poder de los sindicatos.
Es un correlato que va llevar a una mayor precariedad y justamente las autoridades nos quieren decir que no se trata de esto, pero nosotros observamos según todos los indicios que esto es un nuevo proceso de precarización que se ve desde un punto de vista muy empresarial.