Si bien el gobierno no se ha cerrado a recibir propuestas sobre la reforma tributaria que esta semana se envió al Congreso, parecen estar empecinados en que no subirán más allá del 20% el impuesto de primera categoría que pagan las utilidades de las empresas. Argumentan que un alza mayor frenaría la inversión y sería perjudicial cuando la mayoría de los países desarrollados están en crisis.
Sin embargo, algunos análisis aparecidos durante esta semana echan por tierra esta teoría, pues no es verdad que una tasa superior al 20% genere este tipo de problemas. Es más, desde la propia Alianza no existe consenso al respecto, pues en una entrevista publicada por Cooperativa en diciembre del año pasado, el senador Hernán Larraín se manifestó a favor que el impuesto a las grandes empresas llegara incluso al 30%. Tal cifra es muy cercana a la que pagan en Colombia las grandes empresas y no por eso las inversiones han caído. Es más, la semana pasada, la cuestionada empresa La Polar, que hoy tiene a sus ex máximos ejecutivos con prisión domiciliaria mientras llega el juicio, anunció que abrirá allí 14 tiendas entre el 2013 y el 2014. -En Colombia las empresas pagan un impuesto a sus ganancias de 35%, en Brasil 34%, en Perú 26%, en Argentina 35% y en México 30%. Existen evidencias que aumentos en estas magnitudes no afectan la decisión de inversión entre países que están en el mismo territorio geográfico. El argumento de que el alza de impuestos desincentiva la inversión pierde credibilidad al momento de observar estas realidades -explica Gonzalo Durán, economista de la Fundación Sol. Hasta ahora la inversión chilena en Colombia no se ha contraído debido al alto impuesto. Al contrario, se expande cada año, llegando incluso en el 2011 a 837 millones de dólares. Allí han puesto sus recursos empresas como Easy y Falabella, y hasta ahora nadie se ha quejado por los altos impuestos que tienen que pagar. Gonzalo Durán cuenta, además, que frente a este escenario, en Chile sería posible subir incluso el impuesto de primera categoría hasta el 35% y no dejarlo en 20%, como mezquinamente está ofreciendo el gobierno. “Incluso si pasáramos del 35%, Chile seguiría siendo más atractivo que el resto de los países, porque tenemos dos mecanismos que por vía legal permiten a los empresarios retirar utilidades sin pagar impuesto, como lo permite el Fondo de Utilidades Tributables -concluye. Publicado en The Clinic