El Gobierno acaba de enviar al Congreso una propuesta de reajuste al salario mínimo de un 2,7%. De aprobarse, el sueldo base quedaría fijado en $283.500, una cifra bastante inferior a los $420.000 que estaba pidiendo la CUT. El gobierno hizo un llamado a ser “realistas”, pero ¿es realmente inalcanzable un sueldo mínimo que permita a los trabajadores y trabajadoras superar la línea de la pobreza? Andrea Sato, investigadora de Fundación SOL, estuvo respondiendo esta y otras preguntas en Radio Universidad de Chile.
Desalineación
Resulta insólito que el gobierno no respete los estándares mínimos que el mismo Estado ha establecido para que una familia pueda vivir de manera digna. Al respecto, Andrea Sato indicó que "hay un problema de fondo que tiene que ver con una desalineación de los salarios con el costo de vida en Chile, incluso con los mismos lineamientos que tiene el Estado y el actual gobierno respecto a cuánto gasta una familia en un mes”.
Actualmente hay personas que trabajan 45 horas a la semana, con jornada completa, y aun así no son capaces de salir de la pobreza. Por tanto, hay un desajuste estructural y complejo de lo que es el costo de vida con el salario mínimo. "Hay contradicciones que se tienen que saldar y esa discusión, sin duda, es política" aseguró la investigadora.
Falta de voluntad política
Cabe preguntarse por qué no se ha podido resolver un asunto que parece tan básico. Según Andrea Sato, "hay varios factores, pero el principal es que no hay una voluntad política real. El Ministro del Trabajo llamó a ser realistas, pero lo real es que hoy el PIB per cápita de Chile permite que podamos aumentar el salario mínimo”
Fundación SOL publicó recientemente el estudio "Mini salario mínimo", que da cuenta de que países que hoy tienen un PIB muy similar al de Chile, pagan un salario mínimo superior. Por ejemplo Croacia tiene prácticamente el mismo PIB per cápita que Chile, pero el salario mínimo croata es casi un 50% más alto que el chileno.
“Esto demuestra que lo real es que la producción en Chile sí permite que las personas que producen la riqueza se vean beneficiados de esta misma, y si esto no ocurre es por una falta de voluntad política” señaló la investigadora.
Para Andrea Sato, hay otro factor que es fundamental, y se refiere al cómo se discute el salario mínimo. “Hoy el ejecutivo y el legislativo discuten a puertas cerradas cuánto deben pagar las empresas a los trabajadores y trabajadoras. No hay participación ciudadana de quienes están viviendo con estos 276 mil pesos” señaló.
Endeudamiento
Estos bajos sueldos hacen que para vivir en Chile no sea suficiente el salario, por lo que la gente utiliza mecanismos como el endeudamiento para poder llegar a fin de mes. “Las cifras de endeudamiento en Chile son catastróficas: hay 11 millones de personas endeudadas y de ese grupo, 4,4% está morosa. Además, sólo hay 8 millones de personas activas en el mercado” indicó Andrea Sato. Esto quiere decir que no sólo hay un alto nivel de endeudamiento en la población económicamente activa, si no que éste se da entre jóvenes, estudiantes y adultos mayores.
“Es por ello que la discusión del salario mínimo es fundamental no sólo para el buen vivir de quienes lo ganan, sino que de toda la sociedad en su conjunto” recalcó la investigadora.
¿Se puede realmente?
En esta discusión, se suele recurrir a la necesidad de mantener el equilibrio macroeconómico del país para argumentar la inviabilidad de aumentar el salario mínimo. Sin embargo, si se observa el crecimiento y producción de los mismos trabajadores y trabajadoras, se puede ver que éste se ha mantenido desde los años 70, y ha ido incrementando.
“Para lograr resolver el tema del salario mínimo, se debe repensar el poder de los sindicatos y de las y los trabajadores organizados” señaló la investigadora. “Además, es necesario considerar el tema de la concentración de la riqueza – que en Chile es alarmante-, porque eso impacta directamente en la redistribución de la misma” indicó.
“Entonces, hay muchas trabas que es necesario resolver para poder tener una discusión real respecto al salario mínimo”. Pero lo cierto es que el estudio de Fundación SOL, da cuenta de que si se aumenta hasta 500 mil pesos el salario mínimo, los supuestos macroeconómicos se mantendrían estables.
“El Gobierno seguirá diciendo que no se puede aumentar el mínimo porque se puede desequilibrar la economía chilena. Pero en lo concreto, hoy día la economía chilena -y durante los últimos 20 o 30 años- ha sido lo bastante saludable como para que esta riqueza se redistribuya de mejor forma” recalcó Andrea Sato.
Escucha la entrevista completa aquí:
[archiveorg 060818AndreaSato width=640 height=30 frameborder=0 webkitallowfullscreen=true mozallowfullscreen=true]