Por Héctor Areyuna, Radio Universidad de Chile
Sorpresivamente, el Gobierno retiró el proyecto de reforma tributaria de la Cámara de Diputados para ingresar inmediatamente, y con calificación de “discusión inmediata”, una nueva iniciativa, que se deberá discutir en seis días en cada cámara del Congreso.
El nuevo proyecto reduce el impuesto de timbres y estampillas, se reconoce un crédito tributario por los gastos en educación escolar y preescolar de la clase media y se rebajan las tasas marginales de los impuestos personales, entre otras medidas.
La reforma impositiva tendrá una recaudación neta de mil.230 millones de dólares en 2013, recursos que se destinarán en un 100 por ciento para financiar la reforma educacional, según explicó el Presidente Sebastián Piñera.
Ante esto el economista de la Fundación Sol, Gonzalo Durán, lamentó que no se haya impulsado una reforma que resuelva todas las necesidades del país.
“El Presidente lo ha dicho en varias oportunidades, el ajuste tributario que ellos plantean es exclusivamente para educación, el 100 por ciento de los recursos, se supone, se van a ocupar en educación. Eso ya es una visión que se podría criticar en la medida que nuestro país tiene múltiples necesidades y una reforma tributaria de carácter estructural debería ser capaz de hacerse cargo, no sólo de educación, sino de otras muchas cosas”, advirtió.
Durán agregó, que este ajuste aún es insuficiente; condenando además que se mantengan mecanismos como el Fondo de Utilidades Tributarias (FUT), que benefician de sobremanera a las empresas.
“El ajuste tributario que se está presentando sigue siendo muy insuficiente, ‘rasca donde no pica’. Tiene un punto de fuga que se llama FUT que finalmente, en la filosofía de este sistema que fue creado en dictadura, es un dispositivo que se activa pensando que los impuestos son un robo por parte del Estado y que permite que los dueños de las empresas puedan retirar esas utilidades sin pagar impuestos”, criticó.
El especialista, pese a ser tajante en la “insuficiencia” de la iniciativa, rescató que la recaudación aumentaría bajo la lógica de que paguen los que más tienen. Por otra parte criticó la eliminación de los impuestos verdes que estaban en la primera propuesta.
En el Congreso, como era de esperar, el oficialismo apoyó la iniciativa, ya que según el diputado y presidente de la UDI, Patricio Melero, ésta responde a distintas inquietudes.
“La UDI va a apoyar esta nueva propuesta de reforma tributaria porque consideramos que es un proyecto moderado -de acuerdo a las circunstancias económicas del país e internacionales que no son muy positivas- justa, porque sube impuestos a los que pueden pagar más y baja impuestos a los que pueden pagar menos, y es solidaria porque ayuda a sectores medios, especialmente mediante un crédito al financiamiento de la educación”, señaló Melero.
Por otra parte, el diputado DC Pablo Lorenzini adelantó la abstención de su bancada en la próxima votación.
“De diez millones de pesos hacia arriba no van a tener rebaja, es absurdo, pero de tres millones hacia arriba un poquito menos de lo que estaba antes pero siguen teniendo rebaja, no tiene ninguna lógica. En este esquema vamos a abstenernos de la idea de legislar, que el Gobierno lo apruebe, porque igual hay que legislar”, dijo.
En tanto el socialista Carlos Montes calificó como insatisfactorios los cambios, añadiendo que “esto representa una recaudación de U$700 millones de dólares”, cuando se manifestó la necesidad de aumentar la recaudación al reducir la evasión y las franquicias tributarias.
“Además, en términos de justicia tributaria no vemos mayores avances”, concluyó el parlamentario.