Más de 800 indicaciones se presentaron al proyecto de la reforma laboral que está siendo actualmente tramitado por la Comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados. La piedra de tope fue la promesa que hiciera en marzo la ministra Blanco –y que causó inmediata reacción del empresariado- sobre la “posibilidad” de incluir y discutir sobre la negociación por rama en el Parlamento, lo que quedó totalmente descartado, principalmente, según afirmó la ministra, porque tienen la “convicción” de que esta medida pondría en “serio riesgo” el crecimiento económico. De este modo el ministerio del Trabajo y de Hacienda rayó la cancha al oficialismo y les informó que las modificaciones que se hagan serán “dentro del marco del proyecto”, quedando también fuera de la discusión el cambio a las indemnizaciones.
Desde la CUT y otros organismos sindicales criticaron esta decisión, mientras que el empresariado adelantó una ofensiva a través de un video que cuestiona duramente la reforma, acusando que de aprobarse generaría un desequilibrio hacia los trabajadores a la hora de negociar.
Fundación Sol realizó el estudio denominado “Sindicatos y Negociación Colectiva: Panorama Estadístico Nacional y Evidencia Comparada”, donde se expone el estado actual de los derechos colectivos de los trabajadores en Chile y se concluye fundamentalmente que el plan laboral creado en 1979 minimizó por completo este tipo de derechos laborales. Esto enfocado principalmente en dos derechos colectivos fundamentales: el debilitamiento de la negociación colectiva y la desaparición de la negociación por rama.
Según el estudio de los economistas Gonzalo Durán y Marco Kremerman, estas medidas han tenido un fuerte impacto en la desigualdad distributiva, debido a la incapacidad de los trabajadores a la hora de negociar sus derechos colectivos, impidiéndoles mejoras sustanciales en sus ingresos, provocando un desincentivo a la sindicalización. Dentro de este aspecto, el estudio demuestra que en los años 2014 y 2013 el promedio de los reajustes salariales tras negociaciones colectivas no logró superar el 1%.
Para la Fundación Sol, el plan laboral de 1979 ha disminuido los instrumentos colectivos a partir de la acción de cuatro factores: el debilitamiento de la huelga a través del remplazo; el incentivo al paralelismo sindical que debilita la negociación de los sindicatos; la despolitización sindical y la minimización de las facultades de la negociación colectiva.
El estudio revela que en 1991 la sindicalización a nivel nacional alcanzó un 18,2%; 22 años después, en 2013, se redujo a 14,2%. Incluso, en el desglose por regiones, Los Lagos, Maule, Coquimbo y La Araucanía tienen menos de un 10% de sindicalización. La atomización sindical se expresa en la existencia de 10.964 sindicatos activos, donde el 50% de ellos tiene 37 o menos socios.
Descargar Estudio
Leer nota completa de El Mostrador.