Publicada en El Mostrador el 22 de julio de 2020
Uno de los principales argumentos de los que están en contra del proyecto de retiro del 10% de fondos de pensiones en medio de la pandemia del Covid-19 es que si las personas sacan dinero de sus ahorros en las AFP, sus pensiones se verán afectadas al momento de jubilar.
Sin embargo, de cara a la trascendental votación de este miércoles en el Senado, la Fundación Sol publicó el estudio "¿Cuál es el verdadero impacto en las pensiones?" que sale al paso de los dardos que se han lanzado contra esta iniciativa.
La conclusión a la que llegaron los investigadores Francisca Barriga y Marco Kremerman es que "el impacto en sus pensiones autofinanciadas sería bastante marginal", por lo que según ellos "se desmontaría la campaña del terror".
Para llegar a esta conclusión, la que presentaron este lunes en la Comisión de Constitución del Senado, hicieron una serie de simulaciones de casos representativos, con y sin supuestos de mínimos y máximos de retiro.
En el escenario en que se consideran los mínimos y máximos de $1 millón y $4,3 millones, respectivamente, las disminuciones van desde los $10.926 a los $20.520 en el caso de los hombres, considerando proyecciones de renta vitalicia y retiro programado, y en el caso de las mujeres, las mermas en pensiones autofinanciadas irían desde los $5.864 a los $15.502.
Para el escenario que no considera los mínimos y máximos establecidos, las disminuciones en pensiones autofinanciadas para los hombres irían desde los $5.692 hasta $20.520, y para las mujeres desde los $1.245 hasta los $8.176.
"Estos resultados dan cuenta de un sistema que produce pensiones que ni siquiera permiten superar la línea de la extrema pobreza, en el que la mitad de las personas que se pensionaron por vejez el año 2019 alcanzó a autofinanciar un monto de $49 mil o menos, según datos publicados por la Superintendencia de Pensiones, y en el que la tasa de reemplazo, es decir, la proporción que representa la pensión respecto a la remuneración, fue menor al 20% para la mitad de las personas que se pensionaron durante la última década. Esto se explica por la ausencia de un verdadero Sistema de Seguridad Social, contando solamente con un mercado de cuentas individuales de ahorro forzoso, que elimina todo componente solidario en su pilar contributivo, reproduciendo y profundizando las desigualdades previamente instaladas en las diversas esferas sociales y económicas", señala parte del estudio.
"El hecho que los montos finales de la pensión dependan exclusivamente de factores individuales y del mercado bursátil durante la afiliación activa pero también, en la mayoría de los casos, durante la jubilación, contraviene los principios históricos de la Seguridad Social, como aquellos propuestos por la Organización Internacional del Trabajo, de solidaridad, suficiencia, universalidad y legitimidad social. Es por esto que, para lograr asegurar una vejez digna a través de pensiones suficientes, se debe transitar a un verdadero Sistema de Seguridad Social, que se rija por los principios de solidaridad intra e intergeneracional, permitiendo así avanzar en la desmercantilización y en la garantía de derechos sociales fundamentales", finaliza.