por Patrizio Tonelli/Investigador de Fundación SOL
¿Cómo llegó la decisión de Canal 13 de despedir a 101 trabajadores?
Nosotros como sindicato fuimos detractores de la venta del canal ya que venía a romper un modelo histórico en el cual creíamos: el de ser un canal universitario de la Iglesia. Con la venta, Canal 13 iba a ser un canal prácticamente privado donde las decisiones las toman otros intereses. Al mismo tiempo, sin embargo, veíamos la llegada de un capital o de administradores con cierta experiencia como algo positivo, porque el problema de Canal 13 como empresa era justamente un problema de administración. No era un problema de trabajadores si no que más bien de cómo la Universidad administró el canal por casi una década.
¿Dieron entonces una buena acogida a los nuevos dueños?
Pensábamos que un proyecto de ese tipo debería nacer sano, nuevo, con una nueva perspectiva, con un nuevo ADN. Por eso tratamos de cooperar mucho, buscando la instancia para poder participar en este proceso: ofrecimos aportar nuestra mirada, aún sabiendo que las decisiones son de otros, de un ente administrativo y no nuestras, pero sí pensábamos y pienso que la voz de un organismo laboral como el sindicato, con la capacidad que tiene este, es muy positiva para la misma empresa.
¿Cómo acogieron esta disponibilidad del sindicato?
A los dos meses y medio del haber asumido escuchamos un rumor de que venían una cantidad de despidos enorme y ahí fuimos directamente a una reunión con un gerente del canal el cual afirmó que sí venían despidos y que era por una restructuración del canal, de la planta, por la situación económica del canal. Cosas con las cuales nosotros no estuvimos de acuerdo en ningún momento.
¿Qué razones señalaban ustedes para su desacuerdo?
Teníamos varios argumentos, pero el más importante era que, si iban a echar gente, que no echaran a los trabajadores, más bien que echaran a los responsables de la crisis, a la gente que sí tuvo responsabilidad en que el canal estuviese en esas condiciones: las jefaturas, los que planifican, que idean, que administran y toman las decisiones. Nos pareció claro que había responsabilidades que no se estaban asumiendo.
¿De estos despidos la mayoría eran trabajadores sindicalizados?
Sí, la mayoría: 70 personas de estos 101 eran del sindicato
Entonces pareció casi un acto de guerra en contra del sindicato…
Claro que sí, sin lugar a duda, ya que de esa manera se despotencia nuestra base de socios. Además, fue un momento triste, porque duele mucho cuando echan a compañeros que trabajan hace mucho tiempo acá, y también porque reconozco que estos son buenos profesionales. Un punto muy importante de todo eso es que aquí han echado a gente muy buena, excelentes profesionales como camarógrafos, sonidistas, periodistas. Creo que fue una equivocación porque de esa forma se despotencia la empresa. Como presidente de la Federación de Trabajadores de la televisión yo miraba cómo estaban TVN y Chilevisión con sus trabajadores, con el proceso expansivo que están teniendo hoy en términos de producción. Le dijimos a los ejecutivos: ¿Usted quiere competir con menos gente? ¿Con quién van a competir si están echando a gente que hace la televisión? ¿Dónde va a competir?
La estrategia de la empresa: “hidrocefalia administrativa” y “política de costos”
¿Cómo evalúa el sindicato la estrategia de Canal 13 en estos años? ¿Han sido capaces de ser buenos empresarios televisivos, de crear, desarrollar productos?
Una de las críticas que nosotros hicimos en toda esta década a la administración que estaba antes era que venían administradores que no sabían de este tema: eran sin duda muy buenos profesionales (médicos, ingenieros, etc.) pero no sabían de televisión y al final no tomaban buenas decisiones. Una de las políticas nefastas que llevó el canal a su actual debacle es que se instauró una “política de costos”, que empezó a atomizar administrativa y organizacionalmente la empresa.
¿Qué significó esta “política de costos”?
Que todas las áreas del canal (área de producción, área de ingeniería, etc.) empezaron a dividirse creando una suerte de mercado interno donde a nadie importaba lo que al otro le pasaba. Si ingeniería, por ejemplo, sacaba números rojos y le iba mal, a las otras áreas no le importaba: cada uno se preocupaba de lo suyo. Por culpa de esta “sobregestión” el canal al final colapsó: todo el mundo venía sacando costos y no produciendo. Además, con esta atomización en diferentes feudos hubo también un problema de probidad, de intereses personales: muchos empezaron a sacar provechos individuales. Y en esta situación, provocada por malas decisiones, los trabajadores siempre fueron perdiendo: o beneficios o puestos de trabajo. Nosotros decíamos que Canal 13 tenía una hidrocefalia administrativa, o sea una cabeza enorme y un aparato de producción pequeño.
Y eso afecta la capacidad productiva de la empresa…
Claro, se dejó de producir, de hacer televisión: estaban todos sacando cuentas. El productor estaba sacando cuentas, en vez de estar ideando… la televisión es un negocio de contenidos. Son las ideas las que se traducen en producto, y esas ideas tienen que tener un proceso, un canal de crecimiento interno que se rompió totalmente. Empezaron a crearse mercados: ingeniería le vendía más caros los servicios a producción porque así ganaba más plata. Pero era paradójico porque el mercado, la competencia, estaba afuera y aquí todos estábamos compitiendo entre nosotros.
Esto refleja la actitud de las empresas de hoy que compiten cortando salarios y derechos, y no compiten renovando sus productos
En el sector no se dan cuenta de que si aquí hay una potencialidad es justamente por las personas que están aquí, con su creatividad y la creatividad tiene que tener un sustrato de buenos beneficios, un sustrato de remuneraciones buenas, un ambiente bueno de trabajo. A la mayoría de la gente que trabaja en los medios de comunicaciones le gusta lo que hace, entran con gusto. Yo soy sonidista y me gusta hacer sonido, siempre me ha gustado mezclar una orquesta, hacer programas, ecualizar un micrófono, estudié en la Universidad para eso. Al final aquí tienes a trabajadores que son una suerte de artistas al mismo tiempo, y las condiciones en que se trabaja son relevantes para que se materialice su trabajo, se potencien las ideas y salga así un producto de calidad. Cuando la empresa entra a una política de costos solamente y no tiene la capacidad de ver todas esas otras fortalezas obviamente que colapsa.
¿Es fundamental darle al trabajador buenas condiciones, estables, para que pueda trabajar y expresarse?
En Canal 13 la psicología del trabajador fue precarizada totalmente al estar en una condición de falta de estabilidad, de falta de proyección, de falta de mirada a largo plazo. Semana a semana el trabajador estaba pensando que lo iban a despedir, y en ese ambiente, entonces, no es un sustrato para poder cimentar la creación y las sinergias que producen ideas.
Pensando en las condiciones de trabajo ¿Puedes reconocer un cambio de actitud por parte de la gerencia?
Es lo mismo: la semana pasada salió un fallo por jornada laboral, que interesa a 180 personas que trabajan en Canal 13, de todas las áreas, y que reconoce que esas personas deben estar afectas a jornada de trabajo. Ese era un problema que responsablemente expusimos en forma interna a la administración antigua y la nueva.
Explícame este problema de la jornada laboral
Existen trabajadores que no tienen sujeción horaria: una persona tiene que entrar a tal hora y no sabe cuándo va a salir, y no se le paga sobre tiempo, puede estar 12-14 horas adentro. No tiene jornada porque firma un contrato de trabajo que dice “sin sujeción horaria”, o sea, está disponible siempre: tiene que venir, marca tarjeta, recibe órdenes es controlado su trabajo y no esta afecto a jornada Laboral. Todo eso lo planteamos internamente en un primer momento, con la administración anterior y con la nueva: no se solucionó y tuvimos que judicializar el tema para hacer respetar la ley y los derechos de las personas.
Tú eres también presidente de la “Federación de Sindicatos de Empresas de Canales y Productoras de la TV” (FETRA TV) ¿puedes decirme si estos son temas solo de Canal 13?
Ese es un tema transversal para todos los trabajadores de los medios de comunicación. En canal 7 por ejemplo contratan a la gente (periodistas, camarógrafos, etc.) por un día, y la despiden el mismo día. Son contratos de 24 horas, pero la vuelven a contratar al otro día, y es un método para eliminar la relación laboral y todos los derechos relacionados. El año pasado la FETRA, el Colegio de periodistas, el SIDARTE, SINTECI, el sindicato de los guionistas y muchos otros gremios en conjunto pedimos una fiscalización de los canales de televisión a la Dirección del Trabajo (DT) sobre jornada de trabajo y contratos. La DT constató que esas situaciones se daban al mismo tiempo en canal 7, en canal 11, en La Red, en Megavisión y les pasó multas por eso. Ahora nosotros, dirigentes sindicales de esos canales, hemos llevado esta problemática social, que afecta a las personas y sus familias, a la justicia para hacer cumplir un derecho básico y es que los trabajadores tengan jornada de trabajo. La verdad es que hay mucho abuso: todas las empresas son privadas, todas lucran pero a costa de la gente, porque no pagan los sobretiempos, buscan utilidades a costa de precarizar y eliminar derechos y esto no está bien, esto no es decente.
El estado de la sindicalización en el sector
¿Estas malas condiciones se traducen en altos niveles de sindicalización?
Aquí no hay una cultura de sindicalización y las empresas trabajan para que la gente no se sindicalice: Megavisión no tiene sindicato, en CNN ahora querían armar un sindicato pero fagocitaron la iniciativa. No es del gusto de los empresarios tener un contrapeso y obligaciones, porque el sindicato de alguna u otra forma interfiere en las decisiones de la empresa, negocia colectivamente, defiende a los trabajadores y, en definitiva, equilibra la relación. El empresario prefiere el asistencialismo y la mera liberalidad, en el dar y el quitar: no negocia, quiere tener control completo.
¿Cuántos socios tiene el sindicato de canal 13?
Ahora, después de los despidos, tenemos alrededor de 450 socios que representan al 60% del canal, es un sindicato único que reúne a todo trabajador de Canal 13.
¿Y en los otros canales es lo mismo?
Chilevisión tiene 2 sindicatos con una tasa de 60-70% de sindicalización, Canal 7 tiene 3 sindicatos, pero la tasa de sindicalización de canal 7 es de más de un 90%.
Cuéntame un poco de la experiencia de FETRA TV
La Federación existe desde hace más de 20 años y reúne a todos los canales que tienen sindicatos: están los 3 sindicatos del canal 7, el sindicato del canal 11, de La Red, de UCV, y de canal 13. Megavisión y CNN no tienen sindicatos.
¿Y qué hace la FETRA?
Estamos tratando de crear más coordinación y lealtad entre los sindicatos, en términos de poder confiar y trabajar sobre los problemas comunes del sector. Tú ves que los empresarios de los medios de comunicación están organizados en ANATEL, que reúne a todas las empresas de la televisión: al otro lado tienes la FETRA que en este último tiempo está en un proceso de reestructuración, fortalecimiento y crecimiento.
¿Y cómo lo hacen?
Hemos tratado de conglomerar a otros organismos de los medios de comunicación como el Sindicato de actores, de guionistas, el Colegio de periodistas, el Sindicato de cine, FETRACOSE (que es el la federación de los medios de COPESA), el diario la Nación… Hemos tratado de coordinar, haciendo cosas que generan vínculos: el año 2009 nos coordinamos todos e impulsamos la fiscalización con la Dirección del Trabajo a los canales de televisión, que la verdad fue una verdadera auditoría laboral del sector. Además, hicimos un gran seminario en el GAM en octubre. Estamos tratando de transformarnos en contraparte de las políticas: me ha tocado participar en seminarios del Congreso sobre televisión digital como contrapeso del ANATEL, dando nuestra visión de los trabajadores. Siempre hemos tratado de meternos en todos los ámbitos para que nuestra voz esté presente en la problemática de los medios.
El movimiento sindical en Chile
¿El sindicato ha tomado alguna iniciativa ahora después de los 101 despidos?
La ley permite despedir, pagándole todo lo que le corresponde al trabajador: eso el empleador lo está cumpliendo. Como sindicato estamos dando asesoría legal a la gente que quiso demandar a la empresa porque considera que su despido fue injustificado, que fueron un 10% de los despedidos.
¿La gente se fue y no hay vuelta atrás?
Es difícil que haya una reconversión frente a esa decisión. Mira aquí en este país no se escucha a los trabajadores, la voz de los trabajadores no existe en este país. Y el empresario pareciera ser Dios, la única opinión que vale para todos los estamentos son los empresarios. Los trabajadores no tienen voz, pues no existen espacios que sean coincidentes con los empresarios, pero no existe una voz que tenga peso y una mirada propia en los trabajadores.
Una causa de esta situación está en la concentración de la propiedad de los medios de comunicación ¿Cuál es tu opinión?
La concentración de los medios de comunicación es un gran problema, y representan a un sólo sector de este país. En Canal 13 han venido una cantidad de sindicatos a protestar: hacen manifestaciones aquí afuera con sus carteles y no salen, van al 7 y no salen, van al 11 y no salen. Muchas veces me ha tocado atenderlos acá, pidiéndonos que lo saquemos en prensa en la tele, y no tenemos la posibilidad de hacerlo. Tenemos las capacidades personales y las ganas pero no tenemos la posibilidad de publicitarlo o evidenciarlo a la comunidad. Por lo mismo hay que crear espacios propios y autónomos para influir en la opinión pública, para tratar de hacer contrapeso a esta realidad tan desigual que existe en nuestra nación.
¿No hubo interés por parte de la política en crear esta opinión pública, entonces?
Nunca. En tiempo de Pinochet, de la dictadura, no existieron los trabajadores. Cuando entró la Concertación se hicieron muchas promesas a los trabajadores y el trato no se cumplió. Todo lo contrario: se despotenció todo el movimiento de los trabajadores. Porque el sistema no cambió, el modelo económico siguió vivo, siguieron siendo los mismos intereses los que gobernaban este país y seguimos bajo los mismos intereses.
¿Cuál es tu opinión del movimiento sindical? ¿Debe quedarse en la empresa o debe tener un rol más amplio, opinando y decidiendo sobre el desarrollo de un país?
Si tú te das cuenta la mayoría de la gente es trabajadora: en un país los empresarios son un grupo, pero la mayoría de la gente es de trabajo. ¿Cómo no van a tener un rol social importante? ¿Cómo no van a tener una voz importante? Un movimiento de trabajadores debe tener la capacidad para que su opinión sea estampada y valorada en donde debe ser: tiene que ser un factor de equilibrio y ahora este contrapeso no existe. Lo único que existe, es la mirada de la parte empresarial, los sindicatos son sindicatos de empresa, y la empresa se divide, hace holdings, subcontrata, terceriza, y así los trabajadores no se pueden agrupar o si se agrupan no tienen la misma fuerza de un sindicato de empresa porque la ley no les da las mismas herramientas, no les reconoce el mismo estatus… Eso debería terminar, y lo digo con ánimo constructivo, para construir estructuras sociales positivas para todos, para el empresario, para la gente. Si convivimos en un mismo sistema, tanto en la empresa, en la ciudad, en el país, obviamente que tenemos que tener nuestras posiciones, nuestras opiniones: hay que tener espacios, y esos espacios no existen y tampoco existen los interlocutores que lo expongan. Todo esto hay que construirlo, con respeto y con principios, porque así tú vas creciendo, va creciendo la movilización, van creciendo las lealtades, va creciendo la confianza. Y así se puede abrir el diálogo donde hoy sólo hay un interlocutor, donde este interlocutor tiene un medio histórico instalado, y donde el otro interlocutor no tiene cabida en ningún plan, o existe sólo en la medida de que este otro interlocutor le da espacios pequeños de participación.
Me parece que tu discurso tiene también una crítica a las actuales Centrales sindicales chilenas
No tengo un juicio positivo frente a este tema, que sea la CUT, la CAT, la UNT. He conocido a varios de los dirigentes en términos personales, los he visto, y no generan en lo personal los espacios de confianza y representatividad que un líder como ellos deberían representar. Yo creo que esto necesita un cambio que surja de la misma base. El accionar de las Centrales ha respondido más a intereses de partido o intereses particulares y esta es una opinión transversal que he recogido de muchos dirigentes de base. Nosotros no somos políticos, no respondemos a una ideología partidaria y a las limitaciones que producen. No estoy en contra de los partidos políticos, estoy totalmente de acuerdo que existan porque son un elemento necesario para la convivencia y la sinergia de los pensamientos y de la evolución de la sociedad. Pero es necesaria una autonomía gremial por sobre los partidos. Aquí tú puedes representar a un trabajador tanto de derecha como de izquierda: así como las organizaciones de empresarios representan a los empresarios con sus distintos colores políticos, tú representas a los trabajadores.