Nota de prensa publicada en El Ciudadano el 11 de julio 2024
Por Leonardo Buitrago
Según un estudio de la Fundación Sol, durante el año 2023, el Fisco gastó más de $449 mil millones por la compra de créditos a la banca, con un recargo superior a los $110 mil millones.
El más reciente estudio de la Fundación Sol, el Crédito Aval del Estado (CAE) sigue arrojando cifras que exponen el negocio que detrás de este modelo de financiamiento estudiantil.
En la actualización del informe «Endeudar para gobernar y mercantilizar: El caso del CAE«, la Fundación Sol reveló que entre 2006 y 2023, el Fisco ha comprado 2.163.598 créditos a los bancos, equivalentes a $5,78 billones, lo que representa un 58,9 % del total, porcentaje que más que duplica la cifra propuesta originalmente, en torno al 25 %.
Según el estudio, el Fisco ya ha gastado un monto casi equivalente a la deuda total del CAE (vigente a diciembre de 2023), mediante la recompra de créditos con recargo a la banca. Por tal concepto, para disminuir el riesgo de las instituciones bancarias, ha gastado $7,25 billones entre 2006 y 2023.
En concreto, durante el año 2023, gastó más de $449 mil millones por la compra de créditos a la banca, con un recargo superior a los $110 mil millones.
No obstante, la Fundación Sol concluyó que los créditos comprados por el Fisco, fueron adquiridos por un valor final que sobrepasa los $7,25 billones, lo que supone que se pagó un sobreprecio o recarga a los bancos de más de $1,46 billones. Dicho monto de sobreprecio equivale a un 25,3%, Es decir 4,2 veces más que el 6% que se requería originalmente.
Además, apenas tres bancos se han adjudicado más del 84,7 % de los créditos: Scotiabank, Estado, e Itaú.
«Un gasto más que una inversión para el Fisco»
El estudio también reveló que hasta diciembre de 2023 se registraban 845.698 personas pagando el CAE, ya sea en su calidad de desertoras o egresadas.
Por su parte, la morosidad total del sistema se ubica en 63,8% e involucra a 539.613 personas deudoras en mora, lo que permite concluir que este crédito resulta ser un gasto más que una inversión para el Fisco.