Andrea Sato, investigadora de Fundación SOL, fue invitada por la Red de Estudios Nueva Economía a hablar sobre la feminización del trabajo y la importancia del trabajo no remunerado y doméstico para la reproducción del sistema capitalista.
Publicado por Red de Estudios Nueva Economía
La Escuela de verano de la Red Estudios Nueva Economía es una actividad gratuita que abre espacios de discusión en torno a la enseñanza crítica de la economía y sobre temáticas relevantes para el país, con miras a eliminar desigualdades y tener como eje la dignidad de las personas.
Este año se desarrolló su sexta edición en la Biblioteca pública Pedro Lemebel en la comuna de Recoleta, con exposiciones sobre modelo de desarrollo, ecología política, economía feminista y economía de las y los trabajadores. Es en este último en donde se contó con la participación de Andrea Sato, investigadora de Fundación SOL, además de Rocío Ávalos y Felipe Gajardo, ambos de la red Estudios Nueva Economía.
La sesión de economía de las y los trabajadores abordó diversas temáticas en torno a una nueva forma de construir organización, en donde se ponga en el centro a las y los trabajadores. Por ello es que se abordaron puntos tales como la definición del concepto trabajo, poniéndo especial énfasis en la feminización del trabajo, y la importancia del trabajo no remunerado y doméstico para la reproducción del sistema capitalista.
A partir de allí la discusión derivó a la acumulación del capital por desposeción, concentrándose la explotación del trabajo no remunerado, del remunerado altamente precario y de los bienes comunes, lo que conlleva a crisis económicas, sociales y de sustentabilidad ambiental.
En la explotación del trabajo, se abordó la doble y triple jornada que caracteriza el empleo de la mujer, sin protección social ni inclusión laboral, además de las enormes brechas salariales relativo a los hombres.
A partir de estos diagnósticos sobre la situación actual, nace la necesidad de repensar nuevas economías que se basen en el poder de las y los trabajadores, fortaleciendo el movimiento sindical, generando nuevos espacios de producción autónomos y horizontales como las cooperativas de trabajo (autogestión), participación de trabajadores en las decisiones productivas en empresas existentes, cambiando el carácter patriarcal del Estado, y generando organización social de los cuidados.