Publicado en Cooperativa el 13 de junio de 2016
Diversos actores de la economía nacional se preparan para afrontar una nueva discusión por el sueldo mínimo, ya que la nueva cifra debe empezar a regir el 1 de julio próximo.
De cara a la discusión legislativa, se espera que durante esta semana se intensifiquen las reuniones entre el Gobierno, la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC).
El vicepresidente de la Sofofa, José Juan Llugany, sostuvo que "no pueden ser aumentos de salarios en general en términos absolutamente artificiales, tienen que ir acompañando los ciclos económicos y dando una mirada de futuro hacia adelante en relación a la productividad".
Por su parte, Ricardo Mewes, presidente de la Cámara Nacional de Comercio (CNC), planteó que "tiene que hacerse bajo el paraguas de una discusión técnica (...) concuerdo con lo que dice el presidente del Banco Central, tenemos que ser muy responsables, cuidadosos, de no generar expectativas que al final del día no podamos cumplir".
"Es un tema que hay que mirarlo cuidadosamente. A nosotros en el comercio nos encantaría que la gente en el país tenga mayores ingresos, a ver si reactivamos la demanda", dijo Rafael Cumsille, presidente de Conapyme.
"Sin embargo, hay que tener cuidado, porque si aumenta demasiado el salario mínimo evidentemente que no ayudamos al empleo nacional", precisó.
CUT pidió "debate amplio"
Desde la CUT, su vicepresidente Nolberto Díaz recalcó que "esperamos reunirnos lo antes posible con el Gobierno y dar un debate amplio, pero no capturado por lo que dicen los gremios, porque lo único que saben decir es que no se puede avanzar, que no se puede pagar un mejor sueldo y que no se pueden armar más sindicatos".
"Aquí la única respuesta de los gremios, lo que ellos llaman responsabilidad, ha sido perseguir al movimiento sindical", indicó.
Desde los centros de estudios, la investigadora de Libertad y Desarrollo, Cecilia Cifuentes, aseveró que "en las circunstancias actuales, subir mucho el salario mínimo puede beneficiar a un grupo de trabajadores pero perjudicar a otro grupo más vulnerable y en ese sentido es muy importante tomar políticas prudentes".
Marco Kremerman, de la Fundación Sol, sostuvo que "esa es la pregunta esencial, independiente de la coyuntura económica, es si el salario mínimo actual en Chile cumple el objetivo básico, que es la satisfacción de las necesidades más primordiales de los trabajadores y su grupo familiar, y en Chile estamos muy lejos de ello".
Entre las posibilidades para esta alza se encuentran la presentada por la Comisión Asesora Presidencial, que propuso un reajuste de 2,2 por ciento más el IPC por 10 años, llegando a un 6,4 por ciento en total.
Por su parte, la Nueva Mayoría propuso un alza de 5 por ciento, es decir, 12.500 pesos, mientras que la CUT fijó una base de 4,2 por ciento para negociar.