Publicado en Diario Las Américas 30 de junio de 2016
Santiago de Chile, 30 jun (EFE).- Decenas de ancianos marcharon hoy "encapuchados" por las calles de la capital chilena para reclamar por las bajas pensiones que reciben los jubilados en este país suramericano.
Bajo el lema de "Catástrofe social impuesta en dictadura y mantenida en democracia", los manifestantes, acompañados de unas 400 personas, protestaron contra el sistema de pensiones chileno que se creó en 1980, durante la dictadura cívico-militar de Augusto Pinochet (1973-1990).
El sistema denominado Administradora de Fondos de Pensiones (AFP), que nació bajo el alero de las grandes reformas económicas y sociales que realizó el régimen militar, buscaba mejorar las pensiones del Instituto de Normalización Previsional (INP), actual Instituto de Previsión Social (IPS), que aún se mantiene vigente.
"Esto se realizó mediante mentiras, amenazas, presiones, engaños y mentiras, transformando el derecho humano de la seguridad social en un negocio al entregar la salud, la educación y los ahorros forzoso de los trabajadores (...)", señalaron los representantes de la Comisión de Funcionarios IPS por la Previsión Pública.
Esta organización que convocó la manifestación, y que se realizó sin incidentes, reclamó que en Chile se "debería cambiar" un sistema que nació durante una dictadura que terminó hace 27 años.
"En Chile los ancianos viven en condiciones miserables, con hijos haciéndose cargo de sus padres con pensiones AFP de hambre, producto de un sistema perverso que enriquece a las administradoras y empobrece a los cotizantes que se ven obligados a postergar su jubilación", expresaron.
Los manifestantes marcharon por el paseo Ahumada, en pleno de la capital chilena y siguieron por el paseo Huérfanos hasta llegar a la Plaza de la Ciudadanía, que se levanta frente al Palacio de la Moneda, la casa de Gobierno.
En el país austral, las bajas pensiones están provocando que los trabajadores se jubilen más tarde, lo que afecta los puestos de trabajo para las generaciones más jóvenes.
Las AFP son instituciones privadas que administran el futuro sueldo de los chilenos jubilados, a través de un descuento mensual de los trabajadores.
Las organizaciones de este país reclaman que las AFP lucran y administran arbitrariamente las pensiones y le exigen al Gobierno chileno que cree una administradora de pensiones estatal.
En promedio, un trabajador de Chile que gana 600.000 pesos (unos 888 dólares), y que trabajó aproximadamente desde los 22 años y hasta los 65, en el caso de los hombres, recibe una jubilación mensual de 204.000 pesos (unos 302 dólares).
El salario mínimo en este país es de 250.000 pesos (unos 370 dólares), lo que en una pensión se transformaría en 85.000 pesos (unos 125 dólares), que en opinión de los manifestantes "alcanzaría apenas para comprar remedios, algunos litros de parafina (kerosene) y pagar la cuenta de la luz, el agua".
"Si uno aplica el índice de precios al consumidor (IPC) y todas las alzas, ya se quedaron cortos los 250 mil pesos. Cerca de 400 mil pesos (unos 592 dólares) debería ser el nuevo sueldo ético", afirmó el obispo Alejandro Goic, palabras que fueron apoyadas por el cardenal arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati.
Según la Fundación Sol, uno de los centros de estudios económicos y sociales más importantes de Chile, 94 de cada 100 mujeres jubiladas, a través del retiro programado de las AFP, recibe una pensión que no supera los 156.000 pesos (unos 231 dólares).
El mismo salario, bajo la misma modalidad, recibe 87 de cada 100 hombres en Chile.
Durante la última cuenta pública realizada el 21 de mayo pasado, la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, aseguró que agilizó el proyecto para la creación de un fondo de pensiones chileno estatal.
"Traerá más competencia, menores costos de administración y mejor cobertura", comentó en esa ocasión la mandataria austral.