Como es costumbre, a la hora de los balances anuales, se destacan las cifras positivas de laeconomía chilena: la baja inflación, el crecimiento de la economía o la generación de nuevos empleos. Se nos comunica que vamos en buena dirección, pero que todavía queda camino por recorrer para llegar al tan ansiado desarrollo (¿cómo definimos desarrollo y quién lo está definiendo?).
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Sin embargo, esto podría tener cierto grado de racionalidad para un país con una composición social relativamente homogénea y una democracia fuerte (derechos sociales garantizados y canales efectivos de participación popular y sindical), pero no para Chile, el paraíso del Neoliberalismo y récord en Desigualdad. Veamos algunos datos del 2013 y proyectemos el debate para el 2014: