Con estas fabulosas cifras macroeconómicas, el ingreso anual de cada chileno se supone que sería $13.667.350 ó $1.138.946 al mes.
Evidentemente la microeconomía, esa que palpan los trabajadores y sus familias, está totalmente fracturada de la macroeconomía y el elemento que distorsiona e invalida las pretensiosas cifras del PIB per cápita es la enorme desigualdad de ingresos. Tal como nos dice Nicanor Parra, "Hay dos panes. Usted se come dos. Yo ninguno. Consumo promedio: un pan por persona".
En esa desigualdad, Chile se lleva todas las medallas. El método para llevarlo a cabo: un puñado de personas - la tan aludida élite - acumula y concentra ingresos principalmente por la vía de la desposesión que ejercen sobre los ingresos de la gran mayoría de los trabajadores y sus familias. Desde ahí se edifica la arquitectura de la acumulación: endeudamiento, derechos sociales básicos mercantilizados, colusión en los mercados, bajas pensiones. Este despojo, legitimado por las leyes pinochetistas aún presentes y en muchos casos, profundizadas, nos dice que el 50% de los trabajadores gana menos de $263.000 líquidos, el 70% menos de $400.000 y el 80% menos de $500.000. Nos dice también que el 90% de las pensiones de vejez retiro programado pagadas por las AFP son menores a $144.000. Mientras ello ocurre, el 1% más rico de Chile, percibe por persona $14.964.268 al mes y el 0,1% más rico - unas 17.800 personas - la impresionante cifra de $82.917.226...por persona y al mes.
Entonces, ¿quién crece cuando Chile crece?, Anwar Shaikh, reconocido economista Pakistaní nos habla del "PIB de la gran mayoría". Siguiendo este método - que incorpora la desigualdad - mientras el PIB per cápita es de US$23.165, el PIB de la gran mayoría (80% de los chilenos) es de US$12.231 y para el 70% es de US$11.119, por debajo de países como Uruguay y Argentina (los otros dos países latinoamericanos con mayor PIB per cápita según el FMI).
¿Dónde están los dólares per cápita del FMI? Los acumulan los mismos que financian las campañas electorales de los partidos políticos dominantes para comprar legislación y un clima favorable a los negocios.
El ejercicio para la transformación de esto es conocido, aunque no sencillo, pues grandes poderes se oponen. Para recuperar los US$23.165, hay que reponer al trabajador aquello que por años le ha sido despojado: el valor de su trabajo.
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