Publicada en Diario U.Chile el 12 de mayo de 2017
Según indica el Informe de Morosidad en Chile, la cifra de morosos aumentó en 9,7 por ciento en el primer trimestre. Investigadores y economistas analizan el problema.
La morosidad en Chile no se detiene. Así se desprende de un reciente informe de deuda elaborado por la Universidad San Sebastián y la empresa Equifax. En el estudio que analiza datos del primer trimestre de este año, se reveló que existen actualmente más de 4 millones de personas que no están al día en sus pagos.
La cifra representa nuevo récord: un 9,7 por ciento superior a los registrado en el mismo lapso de 2016.
El estudio detalló que las cuentas impagas provienen mayoritariamente del sector multitienda, más conocido como retail, con un 40 por ciento; la banca con un 39.9 por ciento; y en una menor cantidad se acumula en las cajas de compensación.
Mikel Uriarte, decano de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad San Sebastián, indicó que el informe es el reflejo de la situación económica que está atravesando el país.
“Esto es un termómetro de lo que está pasando en el país (…) Si las empresas están entrando en una mayor morosidad, eso lleva a que las personas entren también en morosidad”. El académico explicó que los problemas de pago se acrecientan toda vez que crecen las cifras de desocupación laboral.
Por su parte, el economista Víctor Salas indicó que el aumento de deudas impagas se debe al deterioro de la economía que vive el país. El llamado del también académico de la Universidad de Santiago es a actuar con austeridad.
Sin embargo, el argumento es rechazado por la Fundación Sol. Alexander Páez, investigador del centro de estudios dedicados a los mercados laborales, asegura que relacionar los altos índices de deuda impaga con el ciclo de bajo crecimiento que vive el país es una “falacia económica”.
Páez indicó los números sólo sinceran una situación de desplazamiento de pobreza producto de la mercantilización de derechos sociales debido a las bajas pensiones que afectan a los jubilados; y, por otro, lado las deudas que afectan principalmente a los jóvenes y sus familias por el acceso a la educación superior.
En su argumentación, el investigador reconoce la disminusión de la actividad económica, pero esto no explicaría los altos niveles de deuda: “Estructuralmente los salarios en el país han sido bajos, no guardan relación con la desaceleración económica que se está viviendo hace un par de años. El ciclo económico lo que viene a hacer es sincerar situaciones de desplazamientos de pobreza producto de la mercantilización de los derechos sociales por el tema de los fondos de pensiones”.
Páez, basa sus argumentos en el detalle del Informe de Morosidad en Chile, donde los más deben son las personas entre los 30 y los 44 años, aunque preocupa la situación de los adultos mayores, que deben más del doble de sus ingresos.
Otro dato revelado en el informe es que los extranjeros ya asomaron en la muestra con el dos por ciento del total de personas morosas, aunque sus mayores deudas son en la banca, superando en casi un millón de pesos a los chilenos en promedio.