Publicada en Radio Universidad de Chile el 11 de mayo 2023
Entrevista a Gonzalo Durán, investigador Fundación SOL
El economista de la Fundación Sol analizó el impacto que tendrá en la economía el reajuste de los sueldos y desestimó las críticas de los empresarios, ya que el aumento real será de sólo 15 mil pesos desde el 1 de mayo.
El académico de la Universidad de Chile e investigador de la Fundación Sol, Gonzalo Durán, afirmó que en la discusión legislativa por establecer un salario de 500 mil pesos a partir del próximo año, el empresariado “se siente como dueño de un privilegio y lo que hace es pedir un subsidio permanente y amenaza con desempleo”.
El miércoles la Sala de la Cámara de Diputadas y Diputados aprobó por amplia mayoría el proyecto que reajusta el sueldo mínimo que incluye un subsidio a las micro, pequeñas y medianas empresas.
En la tramitación de la iniciativa, el Gobierno estableció una mesa con diversos gremios de las mipymes para acordar los subsidios con el fin de amortiguar el impacto del reajuste que se mantendrá hasta el 2025. Sin embargo, los gremios de empresas de mayor tamaño, como también de los sectores de la derecha, rechazaron las propuestas e insistieron en las repercusiones que generará en las Pymes, en la inflación y en el desempleo.
En este escenario, Durán recordó que el aumento de los actuales 410 mil pesos brutos a 440 mil que regirá desde el 1 de mayo, solo subirá 15 mil pesos. Es decir, “sólo por IPC debería subir a 4,25% y el aumento real va a ser sólo de 15 mil pesos. Las empresas aquí en el país se han acostumbrado a ni siquiera asumir lo que significa el aumento del IPC. Esto significa que una microempresa, con 10 trabajadores, tendría un costo adicional de 150 mil pesos mensuales, que es menos de una compra de un supermercado hoy”.
El economista afirmó que además hay que considerar que el empresariado va a gozar de subsidios que va a entregar el Estado, que van a ser transitorios, para poder ajustar en el tiempo lo que significa este aumento en la carga.
“Entonces desde ese punto de vista parece bastante poco creíble que el empresariado no pueda generar su actividad comercial, no pueda desarrollar un negocio, si es que no tiene la capacidad de administrar el aumento en el costo de un salario de esta envergadura”, precisó.
Por otro lado, Durán afirmó que “estamos en una situación donde el empresariado piensa que es algo obvio que la tasa de ganancia empresarial no pueda afectarse ante alzas en las remuneraciones mínimas. De algún modo el empresariado se siente como dueño de un privilegio y lo que hacen es pedir un subsidio permanente y amenazan con desempleo”.
Agregó que estos grupos económicos “no quieren asumir que lo que hay detrás son relaciones de poder y que todo el autoritarismo que ellos han aplicado por muchos años, en fijar los salarios a su conveniencia, de manera unilateral, es un modelo que simplemente no da para más”.
Durán acotó que dada esa realidad, “Chile está muy cerca de lo que se conoce técnicamente como un mini salario mínimo, está muy desnivelado respecto de lo que es el nivel de ingresos que tiene esta economía, a nivel agregado y ahí volvemos a un tema de fondo que es la desigualdad”.
El investigador afirmó que eso no es casualidad porque hay un objetivo velado que es “despolitizar a la clase trabajadora por la vía de pagar bajos salarios y llevar el endeudamiento a niveles que sean récord”, dado que hoy existen más de 11 millones de personas endeudadas y 4 millones en morosidad, según la Universidad San Sebastián.
Frente a los efectos del aumento salarial en la economía, Durán recordó que lo que se generan son flujos que en este caso, ese aumento de dinero pasa de un bolsillo a otro. “No es que se esté creando más dinero o que va a crear inflación, no”.
En ese sentido explicó que “el dinero va a pasar del bolsillo de los empresarios al de las y los trabajadores y eso sin duda también va a activar el consumo, tan deprimido que tenemos en estos últimos meses. Para decirlo crudamente, las personas ricas de este país son las que van a poder ahorrar, pero las familias trabajadoras cuando reciben este tipo de componentes de distribución, lo que va a ocurrir es que lo van a consumir porque no tienen capacidad de ahorro”.
Asimismo, recordó que el sueldo mínimo es bruto y si se le descuenta el pago de imposiciones y leyes sociales, disminuye de inmediato de 410 mil a 330 mil pesos, que alcanza para lo mínimo en una familia y por tanto, esto nos tiene que llevar a un profundo debate en relación a cuál es el rol que debe tener el salario mínimo y cómo se está fijando.
“Cuando nos dicen que este es un salario de entrada, todos sabemos que esa es una mentira. Hoy la mitad de las y los trabajadores ganan menos de 460 mil pesos líquidos y la gran política que existe en Chile para distribuir ingresos, finalmente se transforma en una política de salarios mínimos y si se tienen ajustes limitados y si se nos dice que nunca es el momento, vamos a seguir pateando este problema y no nos hacemos cargo de una de las deudas más significativas en cuanto a lo que es mundo del trabajo”, puntualizó Durán.